Lunes, 14 horas. El nuevo eje peatonal de Nuredduna recién estrenado en Palma es un hervidero de gente: curiosos, que los hay, dando una vuelta; vecinos con prisas y oficinistas que salen a comer. Pero la atención no está puesta en los múltiples bancos y la fuente, el parque infantil de diseño o la iluminación psicodélica, la gente se queda asombrada con un hombre, claramente borracho, que ha decidido dormir 'la mona' en un improvisado colchón mullido como es el césped recién instalado de las zonas ajardinadas de Nuredduna. Ni el ruido de los niños corriendo, los coches circulando o los negocios abiertos son un problema para él.
Así lo denuncia un vecino de la barriada de Pere Garau, que ha enviado esta instantánea a Útima Hora, lamentando que la Policía Local no haya acudido al lugar para exigirle que se marchara. Curiosa estampa en una calle peatonal inaugurada hace escasos dos días y que, además, viene precedida por la oposición de vecinos y negocios a esta obra, uno de los proyectos estrella del consistorio palmesano que lidera José Hila, y que ha traído más de un quebradero de cabeza al equipo municipal.
Los residentes llevan avisando de los problemas que la peatonalización podían causar a la barriada, con cambios de dirección de calles, del trayecto de diferentes líneas de autobuses y sus correspondientes paradas, así como la eliminación de decenas de plazas de aparcamiento, uno de los problemas crónicos de la barriada de Pere Garau. Las críticas, además, se dirigían a su preocupación al trasvase de vagabundos de la Plaça d'Espanya a los bancos de esta popular vía que une las Avingudes de Palma con el segundo ensanche.
La primera fase del eje verde de Nuredduna, cuyas obras ya han finalizado, aunque se han recepcionado de forma parcial a la espera de que la semana que viene se planten una serie de árboles, han supuesto una inversión de 2,1 millones, y ha recibido financiación europea. Mientras, la segunda fase, que comprende la peatonalización mitad de la plaza Francesc García Orell (más conocida como plaza de las columnas), concluirá a finales de octubre, según las previsiones del Ajuntament.