La crisis interna de Vox, lejos de cerrarse, suma un nuevo capítulo y simpatizantes de la dirección regional de Vox, encabezada por Jorge Campos, han hecho circular estos días un escrito por grupos afines de Whatsapp en la que arremeten contra parte del grupo municipal de la formación, liderado por Fulgencio Coll, les acusa de «anteponer sus egos al interés común de los ciudadanos de bien» y exige «a quienes han instalado su trinchera en la mentira y el rumor infundado que desistan y vuelvan a trabajar para el proyecto por el que fueron elegidos». Cabe recordar, en este sentido, que hace unas semanas los afines a Coll difundieron un documento en el que acusaban a Campos y a la ejecutiva regional de «acoso y derribo», de «aislarles con juego sucio» y de «invadir» sus competencias para evitar que el general se postule como candidato a la Alcaldía en las próximas elecciones.
En aquel momento, ninguno de los dos implicados, que mantienen serias divergencias sobre la gestión del partido, quiso hacer declaraciones oficiales aunque desde el entorno de Campos se aseguraba que Fulgencio Coll «va por libre» en el Ajuntament de Palma y que el problema «no es con la dirección regional, sino con las directrices de Madrid, que incumple sistemáticamente». Precisamente, el documento que ahora circula, que como el anterior carece de encabezado y firma, redunda en esta idea. Fuentes regionales aseguran que Campos no tiene que ver con el texto pero lo cierto es que, al mismo tiempo que lo defiende, acusa al general de «pretender convertir Cort en un cuartel bajo la doctrina del ordeno y mando, a menudo al margen del ideario de Vox».
En este sentido, el escrito detalla una serie de actuaciones que avalan la falta de coordinación del grupo municipal con las pautas de los órganos de dirección. Los redactores, afiliados según se definen, acusan a Coll de hacer que «fracasase» la reprobación al regidor de Podemos Alberto Jarabo y de permitir que desde su entorno se difundiera «un bulo» sobre la devolución de las tasas de basura «que llevó a cientos de ciudadanos a acudir a las oficinas municipales» y obligó a Cort a desmentirles «con la consiguiente pérdida de credibilidad». Asimismo, en el texto, critican que pretendieran una moción de censura contra el alcalde, José Hila, «que era imposible matemática y jurídicamente, con un nuevo ridículo público».
También denuncian que se haya despedido «por las buenas y sin consenso con el partido» a los representantes de Vox en las empresas publicas «para nombrar afines, alguno incluso afiliados a otros partidos o con sospechas de incompatibilidad». El nombramiento de Sandra Barceló, afín a Coll, como portavoz municipal también es cuestionado por los denunciantes ya que, aseguran, «nunca ejerce como tal, pero cobra 52.000 euros», critican que se esté vetando la coordinación y que los miembros con mayor sueldo del grupo municipal «no acudan a los actos de partido desde hace dos años».