La Asociación de vecinos de la zona de Sant Agustí y Cala Major ha criticado que el futuro plan general de Palma favorece «la saturación y el excesivo crecimiento poblacional» en la zona y no resuelve los problemas históricos que arrastran las barriadas «de gran déficit de zonas verdes, equipamientos y, sobre todo, aparcamiento». Los vecinos, a través de su presidenta Agnetha Hahne, presentaron alegaciones a la normativa que define el crecimiento urbanístico del municipio para los próximos 20 años y en ellas, entre otras cosas, expresan «su queja formal» ante lo que definen como «falta de transparencia y participación en las decisiones urbanísticas que afectan a Cala Major y Sant Agustí».
Los afectados recuerdan que «el incumplimiento del anterior PGOU» hace que la zona tenga grandes carencias de infraestructuras y que el nuevo planteamiento no solo no las resuelve sino que «las acentúa». En este sentido, la asociación de vecinos se refiere, en primer lugar, a la parcela de Son Toells, donde el Plan General, aseguran, prevé destinar hasta 24.000 metros cuadrados a uso terciario, de los que 8.000 podrían dedicarse a comercios. Pero lo que más molesta a los vecinos es que incluya la opción «de construir un hotel en el solar junto al Polideportivo Rudi Fernández». El centro hotelero, según la ficha incluida en la normativa, tendrá 123 plazas y una edificación máxima de 5.500 metros cuadrados.
La asociación de vecinos asegura, en su escrito, no entender «cómo por un lado el Govern aprueba una moratoria con el fin de reducir las plazas hoteleras y, por otro, el Ajuntament contempla la construcción de un hotel en la zona alta de Sant Agustí». Asimismo consideran «totalmente inadecuado» el desarrollo previsto y ponen en duda «la capacidad de la zona de absorber la carga de más viviendas» ya que, además del citado hotel, se autoriza la construcción en la parcela de 66 viviendas de las que 33 tienen que ser protegidas. Por ultimo, la asociación asegura que en el Camí de Génova, junto a un hotel, hay previsto ubicar un centro asistencial en un solar que, defienden, no está acondicionado para este fin y que , actualmente, se utiliza como aparcamiento. Los afectados reclaman que se mantenga dicha ocupación para «paliar el déficit de plazas que sufre la zona».
El apunte
La normativa permite la construcción de 121 viviendas con edificios de ocho alturas
En la calle Joan Miro, con la calle Miquel Codolà, según se recoge en las alegaciones, está prevista la construcción de 121 viviendas, con edificios, aseguran, de ocho plantas de altura. Esta posibilidad, según los vecinos, «es un despropósito» ya que se proyecta «en uno de los pocos espacios existentes que podría dedicarse a zona verde y aparcamiento con el fin de solventar el problema histórico de la zona. Plantear edificios de ocho alturas no nos parece nada adecuado». Cabe recordar que los vecinos del cercano barrio de la Bonanova ya denunciaron que el plan permitía la construcción en su zona de dos edificios de ocho alturas, la misma que se autoriza en Joan Miró. La regidora de Urbanisme, Neus Truyol, dijo que la propuesta se replantearía.