«Zona Paseo Mallorca. A estrenar. Tres dormitorios, baño, aseo, lavadero, pintado. Precio: 3.700.000 ptas. A convenir». Se trata de un anuncio por palabras publicado en Ultima Hora el 9 de enero de 1982 que da cuenta del increíble encarecimiento de la vivienda en Palma. Esas 3.700.000 pesetas equivalen a 22.237 euros. A día de hoy, un piso en la zona del Passeig Mallorca llega con facilidad al millón de euros, lo que supone un encarecimiento del 4.397 por ciento. En cuarenta años muchas cosas han cambiado en Palma. La vivienda también ha sufrido un vuelco y el análisis de precios inmobiliarios de 2022 ofrece un panorama desolador en comparación al de 1982: el desembolso actual es brutal para los palmesanos contemporáneos.
El paso de la peseta al euro encareció la vida en general. Sin embargo, la subida de precios no ha acompañado a los sueldos. En 1982 el salario anual de un balear ascendía a 1.405.100 pesetas, lo que equivale a 8.444 euros. A día de hoy, el sueldo medio anual en las Islas asciende a 23.577 euros, un 179 por ciento más. En todas estas variables hay que tener en cuenta la inflación, con subidas del 8 por ciento de los precios en los ochenta, lo que también supuso la subida de los sueldos al mismo compás. Las hipotecas, es cierto, eran mucho más caras (pero más breves), y los veteranos recuerdan tipos de interés fijo con porcentajes muy altos.
Pese a todo, la mejor forma de comparar el desembolso que le suponía entonces a un palmesano comprarse un piso en la ciudad se pude calcular en la cantidad de sueldo anual íntegro que necesitaba para comprarse una vivienda.
Así, ese piso de la zona del Passeig Mallorca en 1982 necesitaba el sueldo íntegro de 2,6 años. A día de hoy, esa vivienda que asciende a un millón de euros necesita 42,4 años de salario medio balear.
Es cierto que la zona del Passeig Mallorca está destinada a presupuestos muy holgados, pero ¿qué ocurre en el resto de barrios de Palma?
En 1982 se ofertaba un piso en Blanquerna de cuatro dormitorios, baño, trastero, salón-comedor por 3.300.000 pesetas, es decir, 19.833 euros, lo que equivalía a 2,3 años de salario anual de entonces. Hoy un piso de similares características en la misma zona alcanza con facilidad los 345.000 euros, lo que requiere 14,4 años de sueldo medio balear. ¿En porcentaje qué supone? Una subida del precio del 1.639 por cien.
A estrenar
En la antaño plaza Teniente Coronel Franco se vendían pisos a estrenar por 3.600.000 pesetas (21.636 euros). Hoy, en la cercana calle Nuredduna ya se venden áticos por 671.000 euros. Si antes un vecino necesitaba 2,5 años de sueldo completo para hacerse con un techo en esa zona, ahora necesita 28,4 años de salario a los precios actuales, lo que da cuenta de lo que se ha revalorizado la zona. Esta propiedad, de hecho, lo ha hecho un 3.000 por cien en cuatro décadas.
Son Espanyolet era hace cuarenta años un barrio que no podía imaginarse la llegada masiva de suecos con sus presupuestos europeos. En 1982 se vendía una casa de dos plantas con jardín por 7.000.000 de pesetas (42.000 euros). Ahora, un chalet pareado en Son Espanyolet asciende a 1,34 millones de euros. Si en 1982 suponía 4,9 años de sueldo completo, hoy harían falta 56 años para pagar una casa de similares características, es decir, un 3.000 por cien más.
Natalia Bueno, presidenta del Colegio de Agentes de Propiedad Inmobiliaria de Baleares (API), señala que «en los 90 era posible comprarse un piso de 100 metros cuadrados por 20 millones de pesetas, que al cambio son 120.000 euros. Era el coste de una vivienda en un barrio de clase media, que ahora supone un desembolso de 400.000 euros para arriba». Bueno también hace sus cálculos y si a finales de los 80 era posible comprarse una vivienda en el Passeig Mallorca por 30 millones de pesetas (180.000 euros), «ahora pasan del millón de euros».
El apunte
Los precios de la época: un Ford Fiesta Uno nuevo de 1982 por 1.905 euros
Una consulta a la hemeroteca refleja los cambios en el bolsillo. Un flamante Ford Fiesta Uno ascendía a 317.000 pesetas (1.905 euros). Un equivalente actual sería un FiatPunto, que se oferta a 7.990 euros, un 320 por ciento más. Los precios de los muebles llaman la atención: un comedor moderno con seis sillas ascendía a 59.000 pesetas (354 euros), y un sofá de cinco plazas costaba 16.900 pesetas (101 euros). Los reproductores de VHS podían pagarse en cómodos plazos de 3.907 pesetas y el ya extinto Casino de Mallorca proponía un debate con Margaluz, Xesc Forteza, el alcalde de Palma Ramón Aguiló y el ex ministro Francisco Fernández Ordoñez por 600 pesetas. Consumición incluida.