El Ajuntament de Palma pondrá en marcha este domingo la campaña de vigilancia de las playas del municipio en un año en el que se recupera la normalidad y no habrá límite de aforo por la pandemia, según destacó el regidor de Medi Ambient, Ramón Perpinyà.
De esta forma la temporada de playas del consistorio, que durará hasta el próximo 31 de octubre, contará con 29 socorristas hasta el 15 de junio y a partir del 16 de septiembre y con 34 socorristas los meses centrales y de más afluencia. Las cinco playas que contarán con vigilancia, además de con elementos de soporte como embarcaciones, puestos de socorro y ambulancia propia, son las de Cala Major, Can Pere Antoni, Ciutat Jardí, Cala Estancia y Platja de Palma. Además, según el regidor de Medi Ambient, está previsto controlar con un servicio de vigilancia no fijo, pero sí dinámico, diferentes zonas de baño del municipio como son Cala Gamba, Cala Nova, Es Carnatge, Molinar, el Peñón, las rocas de Cala Major y Son Caios.
El programa, que tiene un presupuesto de 1,6 millones de euros para este ejercicio y el siguiente, también incluye la posibilidad de un vigilante permanente en el Portitxol y el servicio de asistencia para personas con dificultades y, de esa forma, aseguró Perpinyà, «garantizar la accesibilidad a todas las playas». Para utilizarlo es necesario pedir cita previa.