La nueva ordenanza sobre la tasa de plusvalía que aplicará el Ajuntament de Palma en la compra y venta de inmuebles ha provocado un tenso debate entre el equipo de Gobierno y la oposición que defiende que la normativa esconde una subida de impuestos y refleja el, según sus propias palabras, «afán recaudatorio» del pacte.
El nuevo sistema de plusvalía que propone Cort establece que el vendedor puede escoger entre cotizar por el tradicional valor catastral del inmueble o por los beneficios reales de la operación, quedando exento de pagar la tasa si se generan pérdidas en la transacción. Eso sí, para evitar un desfase presupuestario y porque la normativa lo permite, el tipo de interés sube del 18 al 25 por ciento.
Este es el punto de polémica, el regidor de Hacienda, Adrian García, defiende que a pesar de este incremento Cort recaudará menos en conceptos de plusvalía, estima una reducción de tres millones de euros respecto al ejercicio pasado ya que el vendedor podrá escoger la opción que más le convenga, y que, por tanto, no se puede hablar de subida de impuestos, Por su parte PP, Ciudadanos y Vox acusan al equipo de gobierno de subirlos al incrementar el tipo de interés.