Más de un centenar de vecinos de Son Sardina se concentraron ayer en el barrio para mostrar su oposición al crecimiento urbanístico que contempla el nuevo Plan General de Palma para la zona.
Desde la plataforma cívica Salvem Son Sardina –constituida recientemente al considerar que la asociación de vecinos no había informado convenientemente de los planes urbanísticos de Cort– , Miquel Àngel Vidal asegura que «se van a construir un mínimo de 550 nuevas viviendas, lo que alterará irremediablemente la idiosincrasia del barrio».
Los vecinos que ayer se concentraron se oponen a esta macro urbanización nueva y exigen poder negociar con el Ajuntament. «Queremos un crecimiento cero y aunque sabemos que eso es difícil esperamos que se nos escuché», admite Vidal.
La protesta de este sábado es solo «un primer paso», «porque tenemos claro que esto será una carrera de fondo». En estos momentos, añade, «estamos contentos con la respuesta de los vecinos y si nuestra demanda no recibe respuesta, antes de la cita electoral del año que viene llevaremos a cabo acciones más contundentes. Somos apolíticos, pero tenemos claro que vamos a luchar porque se pare la macro urbanización».
A modo de gestos simbólicos, la protesta tuvo como lema 'No a la invasión militar de Ucrania. No a la invasión de cemento en Son Sardina' y se repartieron lazos con la bandera de Ucrania.