Los propietarios de la gasolinera de la plaza Progrés quieren evitar su cierre y han acudido al Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares, TSJIB, para impugnarlo, según fuentes del Ajuntament de Palma. La estación de servicio, que ocupa cerca de 500 metros cuadrados, tenía que desmantelarse al ocupar un espacio de titularidad municipal e ir en contra del Plan Especial de Protección Arquitectónica de Santa Catalina. De hecho, en virtud de la citada normativa, tenía que haber cerrado en agosto del 2021 y, además, la concesión municipal de 50 años que tenía acabó en el año 2008, pero el proceso se ha paralizado ante la presentación de este contencioso administrativo en el tribunal y, a día de hoy, sigue operativa.
Las intenciones del Ajuntament son construir una plataforma única que una las dos zonas ajardinadas, plantar arboles y desviar el tráfico por las calles laterales. Asimismo, está previsto construir un aparcamiento subterráneo con 450 plazas, pero no será antes de tres años ya que, según un informe de una empresa externa, el suelo sobre el que se ubica está contaminado por filtraciones de gasolina.