El propietario del hotel Artmadams, Jaime España, prosigue con su lucha por mantener el mural del artista José Luis Mesas en la fachada del edificio y que le está suponiendo un periplo judicial.
¿En qué situación se encuentra ahora el mural del hotel?
— Ahora recibimos la notificación de desestimación del recurso para salvarlo y la notificación de la orden de retirada de la pintura. Tenemos un plazo para interponer el recurso de reposición en los juzgados. No entiendo que quieran proteger un edificio diseñado por Guillem Forteza que a lo largo de los años ha sufrido múltiples modificaciones y ampliaciones. Y todas autorizadas por Cort.
¿En qué ha cambiado el edificio desde su origen?
— En la actualidad el diseño original de Forteza es apenas un 50 por ciento de lo que ocupa el edificio. Acaba de salir el nuevo Plan General y se protege este edificio en base a una ficha de hace tres o cuatro años, cuando ha habido modificaciones posteriores autorizadas por Cort.
¿Cómo era edificio original?
— El edificio se construyó en los años 40 como clínica de maternidad. En los años 70 pasó a ser un hostal-residencia modificado por los mismos propietarios, la familia Garau, que hicieron obras sustanciales en el inmueble. Lo compramos en 1997 e hicimos modificaciones y ampliaciones autorizadas por Urbanismo. Hace poco añadimos balcones y modificamos la fachada y volúmenes, siempre con autorización. Ahora nos dicen que el mural, que solo es el revestimiento, supone destruir el edificio. Es un diseño de Forteza, pero en muy pocos sitios aparece referenciado como su obra y no es representativo de él. Apenas queda la mitad del diseño original.
¿Por qué decidieron pintar el mural en la fachada?
— Era de color rojo teja y queríamos renovarla. Solo había colores insulsos y pensamos en llevar el arte de dentro del hotel a la fachada. José Luis Mesas había expuesto en Miami y está presente en diferentes museos de España, por eso se lo encargamos. No puedo entender que el señor José Hila, que es progresista, ordene la destrucción de este mural. Sería irreversible.
Usted se lamenta de que, mientras tanto, Cort sigue una política de impulsar el arte urbano.
— Se pintaron las gradas del parque de sa Riera, también el arco del parque de ses Veles, y hay murales en el Estadi Balear y en zonas de Pere Garau. Al Ajuntament todo esto le cuesta dinero pero no quiere el mural del hotel Artmadams. Y no hemos recibido ninguna subvención.
¿Cómo han acogido los visitantes este mural?
— Es una pintura ante la que se para la gente para hacer fotografías. Mucha gente nos pregunta quién es el autor. Es incomprensible que tenga preparada una sala de exposiciones para pintores noveles que está parada por Cort, que nos niega el permiso hasta que quitemos el mural. Es una pena que se elimine un punto de arte tan beneficioso.
¿Han recibido mucho apoyo?
— En nuestra web contamos con 7.500 firmas y 1.500 comentarios positivos de la fachada. El concejal de Cultura, Antoni Noguera, defendía que este mural era una obra para tener en cuenta. Es alegre y colorista, no pretende ninguna provocación, sino solo decorar y alegrar una fachada.