El presidente de la junta del Palma del PP, Jaime Martínez, ha asegurado este martes que la previsión de ingresos del ayuntamiento, incluida en los presupuestos municipales para 2022, «esconde una subida de impuestos y tarifas que demostrará que Hila mintió a los palmesanos», ha dicho sobre el alcalde. Martínez calcula que, sólo en materia de tráfico, el anuncio del alcalde de Palma, José Hila, de que se prevé recaudar 20 millones de euros en multas, supondría imponer 548 sanciones de 100 euros diarias entre enero y diciembre, ha informado el PP en un comunicado.
Además, ha calificado esa intención de Cort de aumentar la recaudación por multas de «castigo para el bolsillo». En su opinión, demuestra que «lo que realmente se esconde bajo 'Palma Camina» no es la pacificación del tráfico sino el implacable afán recaudatorio de Hila». El presidente del PP palmesano lamenta que el pacto cuadre las cuentas «con la creencia de los ciudadanos son muy incívicos» y sin plantear medidas de alivio fiscal con los precios de la electricidad, los carburantes y la cesta de la compra al alza.
«Hila no solo ha perdido el contacto con la realidad de nuestra ciudad sino que ha olvidado que una de las funciones del ayuntamiento ha de consistir en sensibilizar a los ciudadanos en el cumplimiento de las normas y no amedrentarles con medidas de persecución, como pretende», ha criticado Martínez. Para Martínez, Hila, con un 170 % más de asesores y altos cargos, «es ajeno a las penurias por las que atraviesan los ciudadanos, comerciantes y restauradores». Asegura que «ha dado sobradas muestras de su voracidad recaudatoria a lo largo de estos dos últimos años, en los que ha subido el billete del bus convirtiéndolo en uno de los más caros de España, las tarifas de los aparcamientos, la tasa de licencias urbanísticas, las tarifas de la funeraria y todo apunta a que en breve subirá el recibo de la basura».
El líder del PP de Palma, a la espera de poder hacer un examen más detallado de las cuentas de Cort para el ejercicio de 2022, asegura que los presentados por Hila «son unos presupuestos ficticios y sujetos a futuribles que basan el crecimiento en ingresos hinchados, ya sea castigando a los ciudadanos con un incremento en el número de multas o fiándolo a la actividad de la construcción». La realidad, según Martínez, es que los problemas de abastecimiento «están obligando a muchas promociones inmobiliarias de nuestra ciudad a echar el freno».