Los locales en plantas bajas podrán reconvertirse en vivienda de precio libre siempre que el inmueble no haya agotado el índice de intensidad de uso residencial, esto es, el número de viviendas que se pueden realizar según el planeamiento vigente. El Ajuntament de Palma anunció, cuando hace unos días dio a conocer el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma, que los locales solo podrían pedir licencia para el uso residencial en el caso de calles que no forma parte de ejes cívicos o ejes de actividad comercial y que estas viviendas solo podrían ser de protección.
Excepción
Pero ahora, desde el área de Urbanisme se matiza que esta norma tiene una excepción y es que en el caso en que el edificio no haya agotado el uso residencial sí se podrá destinar la planta baja a vivienda con precio libre. Si lo ha agotado, se permitirá el cambio pero sólo a vivienda de precio asequible. El nuevo Plan General contempla medidas para proteger la vivienda e implementar la mezcla de usos en los barrios. Además, el nuevo planeamiento también prevé multiplicar por ocho la vivienda social de la ciudad en los próximo veinte años, se recordó desde el Consistorio. Por todo ello, entre otras medidas, el plan introduce limitaciones a los cambios de uso de locales en planta baja para pasar a ser vivienda.
Por un lado, se definen ejes de actividades económicas, conformados en la mayor parte por las calles, de la vía de cintura hacia dentro, de una anchura de 20 metros o superior. En estos ejes urbanos al menos el 60 % de la planta baja debe destinarse a actividades económicas. Estos ejes de actividad se complementan con los ejes cívicos (peatonales), en los que en ningún caso la planta baja puede destinarse a vivienda. En el resto de calles de la ciudad, cuando la parcela haya superado el índice de intensidad de uso residencial que le permite el plan (que se define como la limitación que establece la superficie mínima en metros cuadrados de suelo por vivienda), el nuevo PGOU incentiva al privado a hacer vivienda de protección permitiendo superar este índice con tal de que las nuevas residencias se conviertan en vivienda social. Esto significa que un edificio que haya superado el índice de intensidad residencial y tenga unos bajos comerciales, sólo se podrá realizar el cambio de uso en caso de que las viviendas se destinen a pisos de protección. «De esta forma se consigue incentivar la vivienda a precios asequibles y se blinda el comercio de proximidad en los barrios de la ciudad, ya que no se pueden crear nuevas unidades residenciales para destinarlas a alquiler a precios desorbitados», se apuntó desde el Ajuntament.
El apunte
Casi un centenar de cambio de usos en 2019 y la mitad del año 2020
En todo el año 2019 el Ajuntament autorizó 58 cambios de uso de locales en plantas bajas a viviendas en toda la ciudad. El año pasado, en que comenzó la pandemia del coronavirus que trajo consigo el confinamiento de la población, estos cambios de uso no se paralizaron y solo de enero a junio se concedieron otros 38 permisos para construir viviendas en locales, según cifras aportadas por Cort.