El alcalde de Palma, José Hila, descarta ampliar el número de licencias de taxi en la ciudad, pese a los problemas que encuentran a diario los residentes para encontrar taxi en la ciudad, en especial, pero no solo, durante la temporada alta.
«Es un problema de la antigua normalidad que tenemos que ver cómo atajamos, pero tampoco podemos incrementar el número de taxis porque luego qué hacemos con ellos en invierno», declaró ayer el primer edil, para quien el problema solo se da en verano y no durante la temporada baja. Afirmó que «es difícil porque tenemos una ciudad que en verano tiene muchísimas más personas que en invierno, pero es un equilibrio que tenemos que buscar».
«Hemos vivido un año y medio diferente con la COVID –recordó Hila– y durante este tiempo ha habido menos gente para todo, también para usar los taxis, que tenían muchos menos trabajo». Pero ahora, añadió, «han vuelto muchos de los clientes de este servicio del taxi y también han vuelto los turistas y por eso hay más dificultades».
El alcalde admitió que «es verdad que en Mobilitat se es consciente de que hay que mejorar el servicio del taxi» y consideró que «los taxistas también tienen que ir mejorando su forma de trabajar a través de las nuevas tecnologías, para poder dar un servicio más eficiente; ellos son los primeros interesados porque se trata de sus clientes».
Futuro
En opinión de la primera autoridad de la ciudad, «la vía es la tecnología, que tú puedas saber a través de una aplicación de móvil cuándo puedes tener un taxi o a qué hora te va a venir a buscar, vamos hacía eso y ya no se trata tanto de salir a la calle y buscar un taxi». Alguna de las emisoras ya tienen su App «y yo creo que es el futuro», insistió Hila.
Las dos federaciones de vecinos de Palma denunciaron la falta de taxis que padecen los ciudadanos ante un servicio que se denomina público pero que hoy por hoy está enfocado sobre todo al ámbito turístico.
El apunte
Treinta años con el mismo número de vehículos
Cort no saca nuevas licencias de taxi desde el año 1992, es decir, desde hace casi 30 años. Por tanto, la única posibilidad en estos momentos de hacerse con una licencia es heredarla o comprársela a algún propietario. Antes de la pandemia, Mobilitat ya recibía una media de entre cinco y seis quejas al día en los meses de julio y agosto por falta de taxis o bien porque, pese a tener luz verde, no se paraban.