Las últimas lluvias y las temperaturas relativamente altas de estas fechas han traído consigo un molesto visitante. Los mosquitos proliferan en amplias zonas de Mallorca y su presencia ya se ha percibido en las respectivas secciones de los supermercados de la Isla ante uno de los momentos álgidos para este insecto.
Cada año sucede algo parecido. Con la llegada del otoño y las primeras lluvias de la nueva estación, unidas a las temperaturas que todavía no se han enfriado demasiado, aparecen estas hordas aladas con aguijón dispuestas a incomodarnos e incluso ocasionar algún susto de mayor entidad, en el caso específico de las personas que presentan alergia a su veneno en un grado u otro.
«La situación está siendo contenida con los protocolos habituales, no ha sido necesario sacar el helicóptero para fumigar», destaca el director general de Sanitat i Consum del Ajuntament de Palma, Joaquín de María, que admite un cierto incremento estacional en la presencia de estos insectos.
No obstante, el hecho de que por las noches haya bajado considerablemente el termómetro dificulta la reproducción de los mosquitos, y a pesar de presentar datos similares al año pasado en cuanto a quejas vecinales no es previsible que se vaya a batir ningún récord.
«Lo más preocupante para nosotros es un abril muy copioso en cuanto a lluvias. Eso conlleva mucha agua acumulada y como consecuencia, en los siguientes meses de verano, asistimos a un verdadero estallido de larvas de mosquito».
Algo así sucedió en 2017, cuando las autoridades municipales registraron 365 quejas vecinales con respecto a la presencia masiva de mosquitos. Son casi el doble de las comunicadas en 2020, con 188. Este año, a fecha de 29 de septiembre, llevamos ya 154.
Junio y julio de 2021 fueron meses relativamente problemáticos, con 65 y 49 peticiones ciudadanas, pero la situación se ha calmado especialmente en agosto y septiembre, meses algo más secos de lo que es habitual. Teniendo en cuenta que los que quedan por delante son los más fríos del año, en los que la presencia de mosquitos se reduce de forma radical, no se esperan grandes incrementos en la estadística anual.
Desde Salut i Consum de Cort se llevan a cabo cada año unas actuaciones preventivas contra estos insectos en los puntos donde generan más problemas. En el caso del mosquito tigre y otras especies urbanas las acciones se concentran principalmente en imbornales, pero también en fuentes ornamentales y otras estructuras o recipientes capaces de acumular agua durante más de una semana.
El mosquito tigre, más grande y con una picadura más dolorosa, se ha adaptado extraordinariamente bien a los núcleos urbanos de Mallorca, estableciéndose muy cerca de su principal hospedador, el ser humano. La inhabilitación de hábitats larvarios es una acción fundamental para su gestión, y con esa finalidad, durante el período entre el 1 de enero a 28 de septiembre de 2021, se ha aplicado producto larvicida en 10.301 imbornales de Palma.
En el caso de las especies de mosquitos que habitan grandes colecciones hídricas naturales de la capital balear, como ses Fontanelles, acequias y los terrenos inundables del Pla de Sant Jordi, se han tenido que emplear cuarenta jornadas de trabajo y 6.150 litros de larvicida para mantener a las poblaciones de mosquitos controladas.
En todas las actuaciones se emplea un producto específico, selectivo y respetuoso con el medioambiente, un preparado bacteriano de Bacillus thuringiensis var. israelensis que actúa a nivel intestinal de la larva sin afectar a otras especies, la tierra o el agua. Y qué podemos hacer para prevenir a escala individual, en cada domicilio. Según los especialistas en plagas no existe mejor remedio que evitar dejar agua estancada en macetas o jardines, al ser el caldo de cultivo ideal para que estos molestos insectos procreen.