«Somos la nueva Punta Ballena, hay gente que está tomando medicación por el ruido y el vandalismo que todos los viernes y sábados hay en la zona de es Jonquet, con botellones y peleas. Las calles Sant Magí, Monsenyor Palmer y esta parte de la Avenida Argentina son la nueva Punta Ballena, la gente está desatada y su comportamiento es del todo incívico, es peor que antes de la pandemia».
Esta es la situación desesperada y la llamada de atención de los residentes en es Jonquet, que aseguran estar al límite por la situación que viven todos los fines de semana, cuando miles de jóvenes se dan cita en las calles de este barrio y de Santa Catalina para beber hasta altas horas y todo lo que ello conlleva, ruido, peleas, suciedad, etc.
Las personas que realizan esta nueva denuncia no quieren que se publique su nombre porque «los vecinos estamos asustados por posibles revanchas contra nuestras casas. No sería la primera vez que la pagan con botellas y piedras contra las viviendas o contra los vehículos, por lo que la gente aquí tiene miedo de que se la pueda identificar si realiza una denuncia pública», afirma una de las vecinas.
Como pasa en otros muchos barrios de la ciudad, los afectados lamentan que «la policía no puede hacer nada contra la marabunta de gente que hay, se ríen de ellos, es penoso».
«Todo confluye aquí –aseguran–, cierran bares y discoteca pero la gente no se dispersa y pasa de la policía, les bailan, les cantan etc. La policía no puede hacer nada, pues pasaría lo de Barcelona», afirman, en referencia a lo graves enfrentamientos que se han visto los últimos días entre agentes y jóvenes que estaban de botellón en la capital catalana.
Por todo, tristemente, los residentes lo tiene claro: «La gentrificación será lo que acabará con esta zona y su gente».