El Ayuntamiento de Palma ha evaluado esta semana el estado de los árboles de la zona del bosque de Bellver donde construirá el «parque de aventuras», un análisis que se ha llevado a cabo con un radar que mide la extensión y distribución de las raíces.
Según ha informado el consistorio en un comunicado, el «tree radar» permite evaluar tanto el sistema de raíces de los árboles como la situación de sus troncos para comprobar su salud y evitar riesgos de desplome.
Estas pruebas «son un paso previo al inicio del proyecto de nuevo parque de aventuras que se ha proyectado en la entrada al marque situada en la calle Polvorín», indica Cort.
El proyecto contempla que ese parque infantil se distribuirá en dos niveles y contará con una veintena de juegos.