El alcalde de Palma, José Hila, aseguró este jueves que en la ciudad va a seguir prohibido el alquiler turístico en viviendas plurifamiliares.
Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, conocida el miércoles, 'tumba' la regulación aprobada por el Consistorio palmesano en 2018 por la que el alquiler vacacional solo está permitido en viviendas unifamiliares, con excepción de la Playa de Palma, por tratarse de una zona turística madura. Pero el primer edil palmesano aclaró que «no habrá alquiler turístico en pisos en Palma».
El primer edil anunció que se recurrirá la sentencia, «con lo cual la zonificación continuará en vigor, y en el caso de que el recurso no tenga éxito ya está previsto que se aplique la normativa turística del Consell de Mallorca, que dice que si decae una zonificación o no se llega a hacer solo se permitirá en ese municipio el alquiler en unifamiliares y pareados, es decir lo que tenemos en Palma».
Por tanto, el alcalde se mostró tranquilo y convencido de que «la sentencia no cambia las reglas del juego del alquiler vacacional en Palma, primero porque la vamos a recurrir y segundo porque la normativa de aplicación si decae la municipal es la insular y tampoco permite que el alquiler en plurifamiliares».
Hila recordó que el Ayuntamiento de Palma «tomó una decisión valiente y de hecho fue el primer municipio que prohibió el alquiler vacacional en plurifamiliares». La razón principal, expuso, «es que por primera vez en la historia se presentó una iniciativa popular que pedía está prohibición y fue aprobada por el pleno, por lo que desde ese momento era un mandato para el Ayuntamiento».
También añadió, «porque somos conscientes de las dificultades de acceso a la vivienda que hay en la ciudad, del elevado precio de los alquileres, y necesitábamos ser un gobierno valiente que defendiera a los residentes ante la presión de que miles de pisos de Palma dejarán dedicarse a residentes para destinarse a los turistas». Insistió en que el alquiler turístico en pisos «nunca ha estado permitido en Palma y pensábamos que permitirlo era meter aún más presión al residente».
Otra razón para la prohibición eran los problemas de convivencia, de ruidos y horarios que el alquiler vacacional implica, «y fue otra de las que queríamos evitar, es decir primamos al residente».
Por último, añadió el alcalde, «pensábamos que en Palma hay suficiente oferta, entre los hoteles y los unifamiliares y pareados, como para responder a la demanda turística».
En relación a la demanda de que se incluya en la prohibición del alquiler turístico a los unifamiliares entre medianeras, que tantos problemas ocasionan en algunas zonas, el alcalde expuso que «esto es un tema que en todo caso se deberá incluir a través del Plan General de Ordenación Urbana».