La EMT de Palma presentó este jueves la nueva gasinera, que ya funciona a pleno rendimiento en sus instalaciones. Esta infraestructura, la más grande de todo el Archipiélago, ha supuesto una inversión de 2,7 millones de euros y da servicio a 112 autobuses propulsados por gas.
El alcalde de Palma, José Hila, visitó las nuevas instalaciones junto al regidor de Mobilitat Sostenible, Francesc Dalmau. «Tras la renovación de la flota y esta gasinera dejamos atrás el gasoil, lo que supone un ejemplo de sostenibilidad», dijo el alcalde.
Hila advirtió que el siguiente paso será pasarse «al hidrógeno, por lo que en julio se realizó la compra de cinco autobuses» impulsados por este combustible ecológico.
Autonomía
Según Dalmau, «los autobuses de la EMT circulan entre 18 y 20 horas al día y tienen autonomía para no tener que repostar hasta que acaban el servicio». A esta ventaja se suma además «la reducción de emisiones y de ruidos y el ahorro del 30 por ciento en el precio del combustible» gracias a los nuevos vehículos propulsados a gas. De esta manera, la EMT de Palma deja atrás el diesel para dar paso a un transporte sostenible.