Dos edificios de Palma fueron desalojados durante este miércoles para prevenir un posible derrumbe. Las viviendas afectadas se encuentran en la calle Andreu Feliu, 35, y en la calle Pare Francesc Molina, 24, cerca de la plaza Santa Pagesa. En total, el problema afectó a un total de 35 viviendas.
Las fachadas de estas dos viviendas, que pertenecen al mismo bloque pero en calles perpendiculares, no tenían grietas ni ningún signo exterior que denotara problemas internos. Los técnicos del Ajuntament de Palma, además de agentes de la Policía Local acudieron al lugar para valorar los daños. Los agentes colocaron vallas de plástico en la entrada para impedir el acceso al bloque de pisos de ocho alturas.
Fallos estructurales
Algunos de los propietarios avisaron al Ajuntament del mal estado del edificio. Cuando el inmueble pasó la ITE (Inspección Técnica de Edificios) en su momento, los técnicos comunicaron que se debía hacer una reparación importante ya que los pilares se encontraban muy deteriorados y se producían fugas de agua.
Los vecinos fueron abandonado el bloque de manera ordenada sin que se registrara ningún incidente. Algunos de ellos se llevaron maletas con objetos personales a la espera de saber si podrían volver a sus viviendas una vez se hubiera hecho una revisión más profunda del edificio.
Trabajadores del área de Benestar Social del Ajuntament se trasladaron a los dos edificios afectados para saber si los desalojados tenían un lugar alternativo en el que poder estar. Algunos pudieron reubicarse en casas de familiares o conocidos. A los que no tuvieron la posibilidad de encontrar una alternativa, se les ofrecieron centros de acogida o el Hotel COVID. Al tratarse de temporada de vacaciones, se da la circunstancia que había propietarios que ayer todavía no conocían lo sucedido y que no habían podido retirar sus bienes.
También se desplazó hasta el lugar de los hechos una ambulancia de manera preventiva pero no ha resultado herida ninguna persona. Fuentes de la Policía Local informaron que, como de costumbre, se vigilará el inmueble con la intención de prevenir que no sea okupado en un futuro.
El desalojo creó una gran expectación entre los vecinos que se pararon frente al edificio para interesarse por lo que había sucedido.