El Bisbat de Mallorca ha instalado una verja para restringir el acceso al mirador de na Burguesa, en Gènova, un espacio de su propiedad, y frenar así la degradación que provocan la suciedad que genera la práctica del botellón durante los atardeceres y el exceso de vehículos, sobre todo los fines de semana, por el cada vez mayor número de personas que acuden para pasear o para hacer deporte. El vicario general, Josep Adrover, aclaró, no obstante, que la verja se ha instalado, «pero aún no está en funcionamiento», pues antes se quiere llegar a un acuerdo con los vecinos de la zona, que tienen derecho de paso, sobre los horarios o las condiciones de uso de la valla. Además, el vicario general dejó claro que el acceso al mirador seguirá estando garantizado tanto a pie como en bici.
Ya el pasado mes de marzo este periódico informó de que representantes del Ajuntament de Palma, del Bisbat de Mallorca, de la parroquia de Gènova (propietaria del terreno) y de la Associació de Veïns de Gènova Sa Rota se habían reunido para «hacer un frente común» a la hora de tomar medidas que pudieran frenar la acumulación de residuos y la masificación de coches en la zona del mirador.
En esa reunión, se acordó que si se limitaba el acceso desde el área de Mobilitat se señalizaría de forma adecuada, que es lo único que puede hacer por tratarse de un camino privado.
El objetivo de esta medida es conservar este espacio natural y proteger la zona de culto del santuario y el monumento a la Virgen. También los vecinos se verán beneficiados, ya que soportan «a diario» el ruido y la suciedad que padece la zona.