Cerca de un centenar de empresas de distribución asociadas a la Asociación de Empresas de Distribución de Alimentos, Bebidas y Limpieza (Aded) iniciaron este miércoles un paro de 48 horas durante el que no suministrarán ninguna mercancía a los negocios de restauración, tiendas de alimentación u hoteles de la zona de la Plaça del Mercat y la calle Unió. Este es el primer paso pues de continuar la falta de respuesta por parte de Cort a sus demandas no descantar dejar de suministrar a toda Palma.
El motivo es la «gran dificultad» que tienen los repartidores para hacer su trabajo desde que el Ajuntament cerró esta plaza, en el año 2019, y la calle Unió al tráfico y debido a que «no controla la ocupación de los dos carga y descarga que hay en esta vía, como sí se hace, por ejemplo, con las paradas de taxi o de autobús», explicó el presidente de Aded, Bartomeu Servera.
«Todos los camiones de reparto no caben en los dos carga y descarga de la calle, que además suelen estar ocupados por vehículos privados, oficiales o de asistencia técnica durante horas sin que nadie los controle», denunció Servera. Por eso, la demanda del sector es que se vigile la ocupación de los carga y descarga y, además, que se permita la entrada de los suministradores a la plaza en un horario pactado, que podría ser de 08.00 a 11.00 horas por ejemplo.
Aded criticó a falta de voluntad del regidor de Mobilitat de Cort, Francesc Dalmau, para llegar a un acuerdo y avisó de que si pasados estos días sigue sin haber una respuesta por parte del Ajuntament la asociación cortará el suministro de mercancías de forma indefinida y no se decarta, «esperemos que no sea así», llegar a cortar el suministro a toda Palma.
«A día de hoy -dijo- no hemos recibido la llamada de nadie, ni del regidor, ni del alcalde, etc. por lo que o se lo toman a broma o les da igual, cuando deben recordar que este sector está considerado esencial».
Servera añadió que los problemas no se dan solo en esta zona y destacó las grandes dificultades que estos distribuidores tienen, por ejemplo, en la Plaça de l'Olivar «que está rodeada de cargas y descargas pero como se da un abuso de ocupación por parte de los coches es como si no hubiera estos espacios».
Por su parte, el regidor Dalmau declaró que «nos hemos reunido dos veces con los distribuidores y les hemos expresado nuestra absoluta voluntad de llegar a un acuerdo y en estudiar la necesidad de ampliar los carga y descarga en el interior de Avingudes, pues ahora es el momento de repensar si son suficientes o no porque estamos redactando el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS)».
El edil socialista admitió «no entender mucho que un año después del cierre al tráfico de la calle Unió y la Plaça del Mercat se reivindique ahora por parte de los distribuidores volver a entrar en la plaza, eso nos causa mucha sorpresa». Al respecto los distribuidores han explicado por activa y por pasiva que su demanda no es de ahora sino que la vienen haciendo desde que se peatonalizó la plaza.
No obstante, Dalmau dijo mantener la «voluntad de diálogo y acuerdo con el sector» pero recalcó que «son ellos los que nos han de transmitir las necesidades y posibles ampliaciones de los carga y descarga». Recordó que «uno de los principales argumentos para hacer peatonal la Plaça del Mercat era la convivencia con los vecinos, y la presencia de las empresas de distribución de mercancías era importante y generaba ruidos y molestias para los vecinos de la zona. Pensamos que el espacio que tienen es suficiente, pero iremos de la mano con ellos, si quieren, para buscar más espacios de carga y descarga».
Desde el grupo municipal de Ciudadanos se denunció que «una movilidad sostenible no debería significar hacerle la vida imposible a los vecinos y comerciantes de Palma». La portavoz del grupo, Eva Pomar, acusó a Dalmau de «no tener cintura» y de «dar una imagen de política prepotente que no podemos aceptar». Aseguró que «siempre hay quejas de la actitud del regidor de Mobilitat, el que no se queja de su prepotencia se queja de su chulería o de que va a las reuniones con vecinos y no presta atención».
Ciudadanos también reclamará en el próximo pleno municipal que se suspenda la ampliación del Acire de Sant Jaume hasta la calle Bonaire «para que pueda ser objeto de debate y aprobación, si se considera, en el nuevo PMUS que se está redactando».