La pandemia del coronavirus ha afectado de lleno al colectivo de las mujeres que ejercen la prostitución en Palma, con un incremento importante de la demanda de ayuda económica para alimentos y alojamiento, psicológica (por ansiedad, estrés, insomnio o consumo de tóxicos, jurídica (trámites de extranjería, SEPE o SOIB) y sanitaria (por dudas sobre la COVID-19).
La regidora de Justícia Social, Feminisme i LGTBI, Sonia Vivas, presentó este lunes la memoria de 2020 de la Xarxa d'Atenció Directa a Persones que Exerceixen la Prostitució (XADPEP), en la que trabajan Creu Roja, Metges del Món y Casal Petit.
La memoria indica una disminución sensible, del 26 por ciento, de las personas atendidas durante el año de la pandemia, que fueron 1.514, por las dificultades de acceso derivadas del confinamiento, y muestra que la prostitución cada vez afecta más a otros colectivos como mujeres transexuales y hombres, cuya atención ha aumentado en dos puntos.
Además, durante el año de la pandemia y con el cierre de los clubes, han aumentado los servicios deslocalizados, «donde es más difícil llegar e intervenir», admitió la edil, mediante un mayor uso de los chats, webs o servicios con desplazamiento, con los que los puteros evitaban el toque de queda.
Según la memoria, el 53 por ciento de las personas que ejercen esta actividad lo hacen en pisos o casas; el 36 por ciento lo hace en la calle y el 17 por ciento, en clubes. Un 3 por ciento lo hace en 'otros entornos' como los mencionados servicios con desplazamiento.
La edad media de las personas que ejercen la prostitución ha aumentado, ahora está en 37,9 años, dos más que antes de la pandemia, en 2019. El 87 por ciento tiene entre 25 y 54 años y de ellas, el 62 por ciento tiene más de 35 años.
Otros datos de la memoria indican que las mujeres latinoamericanas continúan siendo las más numerosas, pues representan el 56 por ciento de las personas atendidas, y se incrementa la presencia de africanas, suponen el 20 por ciento, y españolas. De hecho, el 80 % de estas mujeres proceden de nueve países: Colombia, Nigeria, Brasil, España, China, Rumanía, República Dominicana, Ecuador y Bulgaria. En cambio, respecto a 2019, disminuye el porcentaje de europeas atendidas. Las asiáticas se mantienen en el 5 por ciento.
En relación al nivel educativo, poco más de la mitad de estas personas tiene estudios secundarios, un 34 por ciento tiene estudios primarios, y un 5 por ciento, estudios universatarios.
La mitad de estas mujeres se encuentra en situación irregular, el 84 por ciento tiene cobertura sanitaria pública, mayoritariamente viven en pisos o habitaciones alquiladas y el 60 por ciento tiene responsabilidades y/o personas a su cargo.
Por último, Vivas informó de que la aportación económica del Ajuntament a esta red ha sido de 242.363 euros.