Una exvoluntaria de Son Reus ha presentado una instancia al área de Benestar Animal de Cort por el incidente ocurrido en el centro de protección animal en septiembre del año pasado como resultado del cual murió un perro y otro resultó herido. La denunciante, María Leonor Bauzá, reclama responsabilidades al Ajuntament y que se inicie un expediente sancionador contra el empleado que estaba de servicio.
Explica que el 27 de septiembre del año pasado un perro se escapó de su jaula del centro de Son Reus y entró en la jaula donde había una perra a la que atacó y mordió en uno de los pasillos.
El informe del Seprona indica que por la noche un vigilante de seguridad descubrió la presencia del perro herido y se puso en contacto vía Whatsapp con el operario que estaba de guardia ese día, que se había ido a su casa a las 17.00 horas. A ello el empleado respondió que lo dejara ahí «si yo voy esta noche ya lo guardaré y si no mañana por la mañana». Finalmente no acudió.
A las 7.10 de la mañana del día siguiente otros dos operarios al acceder al centro vieron en una de las naves al perro muerto y rodeado de sangre. Trasladaron el cadáver del animal a la clínica donde se observaron lesiones de mordedura. Posteriormente el veterinario revisó a los perros de todas las jaulas y observó que otro animal presentaba una mordedura en una pata.
Ante estos hechos, la exvoluntaria considera que «esto no habría sucedido si el operario hubiese acudido a la llamada del vigilante y tampoco si en Son Reus hubiera un veterinario de guardia». Critica también «el estado tercermundista de las jaulas».