Las calles del centro de Palma están sufriendo una bajada en cascada de las barreras y también de los precios del alquiler.
La pandemia ha afectado al comercio inmobiliario de esta zona y este fenómeno también se percibe en los precios de los alquileres, con bajadas de hasta el 50 por ciento en los nuevos contratos. Aún así, está resultando difícil encontrar nuevos inquilinos.
Para muestra, un botón: solo en la calle Sant Miquel hay 15 locales que permanecen cerrados y cuelgan el cartel de ‘Se Alquila' o ‘Se Vende'. Tampoco se salvan los locales de la calle Unió o Jaume III.
Negociación
Según Chechu Osinalde, gerente de Gesmorent, «es verdad que en Sant Miquel hay algún local puntual que a bajado de los 8.000 euros mensuales a los 3.000, pero son bajadas puntuales y temporales». La reducción de los alquileres durante este año de pandemia «tiene como objetivo ayudar durante esta coyuntura en tiempos de COVID-19».
Osinalde advierte que si en tiempos prepandemia un local podía costar hasta 9.000 euros en Sant Miquel, «ahora se están haciendo pactos de renta por 3.000 euros». Eso sí, el tiempo máximo de esta rebaja es de doce meses. «Pasado el año, nos sentamos con el inquilino y el propietario y vemos cuál es la situación. Es momento de negociar».
Por otro lado, fuente inmobiliarias consideran que «los precios del alquiler de locales comerciales están un poco inflados y deberían bajar un 15 por ciento, como mucho».
Jaime III tampoco se salva de la caída de los comercios. Según Xesca Castañer, directora de la consultora Grupo Ferrán, «se están bonificando la rentas del centro uno o dos años con bajadas del 50 por ciento». Es cierto que «las marcas se reubican y hau menos demanda, pero se están firmando operaciones y hay firmas mallorquinas que están firmando en Jaume III y Unió».