Un grupo de artesanos se ha organizado y, con la ayuda de la cooperativa de comercio ambulante Ambcor, ha solicitado al Ajuntament de Palma organizar un mercado artesanal en la plaza de España. Los impulsores de la idea advierten que no han recibido contestación de Cort, aunque fuentes municipales confirmaron ayer que «está totalmente descartado».
Los integrantes de este proyecto son Enrique Afonso, Daida Hernández, Celina Bonansea, Victoria Kirchhofer y Jamnica Chiva Hernández y su intención es la de contar con un puesto fijo en una zona con circulación de población local. «La ausencia de turismo supone para nosotros una caída de ingresos del 90 por ciento», dice Afonso. Bonansea y Hernández afirman que pagan los 308 euros de tasa de autónomo pese a que apenas cobran 400 euros de ayudas al mes.
Todos los artesanos de Palma atraviesan una coyuntura similar, con un importante descenso de ingresos que refleja su total dependencia del turismo.
Así, los artesanos de s'Hort del Rei y paseo Sagrera han pedido modificar la ubicación de estos puntos de venta, ya que apenas cuentan con visitantes locales, y habrían propuesto irse hacia calles más transitadas como Las Ramblas o la plaza de España.
Los impulsores del mercado de la plaza de España advierten que no tendrían ningún problema en compartir espacio con el resto de propietarios de puestos, tal y como ya sucede en momentos puntuales como Navidad. Sin embargo, desde el Ajuntament señalan que «estos mercadillos generan mucho ruido y provocan molestias en los vecinos. Además, es una zona de paso, por lo que los puestos supondrían un inconveniente».
Funcionamiento
Por su parte, desde el Ajuntament advierten que «ahora se están ultimando los detalles para abrir los mercados del paseo Sagrera y s'Hort del Rei entre mayo y junio».
El de la plaza Mayor, por otro lado, ya está en funcionamiento. Pero tal y como señala Laura, una de las personas que trabaja en este punto de la ciudad, «muchos artesanos no han colocado su puesto este año aún porque tienen que pagar la tasa de autónomos y a pesar de las horas que pasamos en la calle, apenas hay ingresos sin turismo». Advierte que «hay artesanos que acuden a servicios sociales para comer. No pagan los ERTE y tenemos deudas».