Los embalses Cúber y Gorg Blau se encuentran ahora mismo al 58,32 % de su capacidad, treinta puntos menos que el año pasado por estas fechas, cuanto estaban al 88,48 %.
Esta gran diferencia en el estado de las reservas de los pantanos es consecuencia de las escasas lluvias de los últimos meses y de que 2020 fue mejor en pluviometría. «El año pasado veníamos de un verano con más consumo de agua, pero llovió mucho más. En cambio, este año han sido muy escasas la lluvias», se explica desde la empresa.
La pluviometría influye también de forma directa en las fuentes, de modo que mientras en febrero del año pasado las fuentes naturales proporcionaban el 45 % del agua que se consumía en Palma, en estos momento tan solo están aportando un 13 % del total suministrado.
En cuanto al consumo de agua, en febrero ha sido un 3 % menor que el mismo mes de 2020.
Emaya no contempla por el momento la compra de agua, pues se está a la espera de la evolución del consumo y de las lluvias, ya que en primavera lo normal es que llueva. Según esta evolución se podría comprar agua o no en verano, pero se asegura que «las reservas están garantizadas».