La libertad de expresión y la condena de artistas como Valtònyc o Hasel enfrentó este jueves a parte del equipo de Gobierno con la oposición a raíz de una propuesta presentada por Més y Unidas Podemos. La oposición reprochó la tibieza del PSOE, que apoyó algunos puntos de la propuesta.
De los 5 puntos de la propuesta tan solo salieron adelante dos de ellos, los únicos que apoyó el Partido Socialista, que en los demás se abstuvo. La oposición rechazo la propuesta de plano.
El PSOE tan solo apoyó los puntos relativos a instar al Consistorio a pedir la modificación del Código Penal y la derogación de la ley mordaza y a hacer llegar la proposición al Gobierno español.
En cambio rechazó los puntos referidos al apoyo a los artistas «condenados por ejercer su derecho a la expresión artística en la libertad de expresión», a la demanda de un indulto para cualquier persona que sea condenada por delitos de opinión y a que se reclame la supresión del delito de injurias a la corona.
En su intervención, la regidora de Més Neus Truyol lamentó que «España esté a la cabeza europea en cuanto al número de artistas condenados por expresar su opinión». Detalló que en el Estado español hay actualmente 14 artistas en esta situación, entre ellos el mallorquín Valtònyc, en comparación con Turquía donde hay 13, otros 11 en China, 4 en Rusia o 1 en Arabia Saudí.
Pablo Hasel, dijo, «es el primer rapero encarcelado en Europa por sus canciones y algunos tweets». Truyol consideró que «el Estado español tiene un problema grave que es la libertad de expresión y tiene una doble vara de medir». «Ninguna idea puede ser delito, no hay ninguna opinión que se merezca la prisión», concluyó.
Desde Podemos, la regidora Sonia Vivas defendió que «ningún cantante debe entrar en prisión por cantar» y reprochó «la tolerancia que hay con las exaltaciones fascistas e incluso nazis».
Lamentó que «España ahora mismo en un paradigma democrático similar al de Turquía».
De parte del grupo municipal socialista Francisco Ducrós declaró que «en esta cuestión es fundamental encontrar un punto de encuentro coherente y trascender los casos particulares».
Admitió que «es difícil definir el ámbito de la libertad de expresión, algo que sucede no solo en este país sino en el resto del mundo y más con el abrumador incremento del uso de las nuevas tecnologías digitales».
Ducrós también entendió que «determinadas conductas pueden ser delito pero no conllevar penas de prisión» por lo que apeló a prestar atención a «cuál es el contexto de la configuración de los tipos penales y la evolución de la sociedad» y apostó por «un ejercicio responsable del ejercicio de la libertad de expresión, adoptando si es necesario las penas previstas en la legislación a criterios proporcionales para conductas lesivas y especialmente graves».
Los grupos de la oposición contraatacaron estos argumento y así, el regidor de Ciudadanos Alejandro Escriche fue tajante al afirmar que «la expresión activismo judicial que incluye la propuesta presentada es un insulto al poder judicial y a su independencia». Mostró su «sorpresa por los malabarismos realizados por el Partido Socialista con esta propuesta a fin de mantener la estabilidad del equipo de gobierno».
Recordó palabras dichas por otros artistas como «mataría a los de Podemos y plataformas ciudadanas, todavía no llevan guardaespaldas», dicho por Albert Pla, «que fue denunciado por Podemos, uno de los firmantes de esta proposición».
También recordó la publicación en la revista de la asociación de jueces Francisco de Vitoria de «un desafortunado poema con escasísimo valor artístico» dedicado a la ministra Irene Montero, «quien interpuso una demanda por ofensas a su honor».
Ante estos ejemplos, el edil concluyó que «en el cuestionario de si estoy a tope con la libertad de expresión, Podemos responde que depende, depende si me ofende a mí, a mis ideas o a los míos».
El debate de verdad, dijo, «está en las Cortes Generales que son las competentes para revisar estas cuestiones» e instó a los partidos, como Podemos, que están en el gobierno central a que «si consiguen la mayoría modifiquen el Código Penal».
Por último recordó que Pablo Hasel «no está en prisión solo por delitos relacionados con lo que canta o lo que dice sino que tiene otros delitos de agresión o amenazas».
El concejal de Vox Sergio Rodríguez comenzó afirmando que «asistimos a un ejercicio de imaginación que considera que los señores Valtònyc y Hasel son artistas». También reprodujo algunas declaraciones del rapero encarcelado ofensivas contra la mujer.
Sobre Valtònyc censuró que «en sus letras incitaban y se alegraba de que explotara un patrol de la Guardia Civil y ver cómo reventaban los guardias civiles» y recordó que «el último atentado de ETA con resultado de muerte fue en Mallorca, donde reventó un patrol en el que estaba el hijo de nuestro compañero de partido el Dr. Salvá y es por eso que está condenado, por exaltación del terrorismo y por denigrar a las víctimas, no por expresar su opinión».
Concluyó diciendo que «la libertad de expresión, como cualquier libertad, tiene unos límites» e instó al Partido Socialista a «tener altura de miras. El PSOE no puede acompañar a Més y a Podemos en este despropósito absoluto en favor de personas justamente condenadas en tribunales independientes».
El concejal popular Guillermo Sánchez considero "ridícula y vergonzosa" esta propuesta y reiteró que Hasel "ha sido condenado por ser un delincuente reincidente".
'Esto no va de libertad de expresión, sino solo de defender a los míos y denostar a los otros", afirmó.