Hablar del bar Cristal es hacerlo sobre un rincón del paisaje sentimental de los mallorquines y de los palmesanos en particular. El local, que fue explotado durante algo más de dos años bajo la firma de es Rebost, ya ha recuperado su nombre tradicional en la cristalera y el toldo, y a pricipios del mes que viene podría abrir sus puertas.
Patricia Fernández, que se ha puesto al frente de este emblemático local de la plaza de España, explica que «si el día 2 de marzo el Govern deja abrir a las empresas de restauración, levantaremos la persiana y abriremos la terraza». Añade que «estamos muy contentos y tenemos mucha ilusión. Veremos cómo nos sale, porque la cosa está un poco fastidiada. Mi padre intentó abrir cuando los antiguos arrendatarios lo dejaron, y ahora nos lo hemos pensado mucho; pero vamos a arriesgar».
La cristalera con el nombre fue instalada a mediados de enero. «Pensábamos entonces que podríamos abrir, pero justo llegó la prohibición. Colocaremos el letrero la semana que viene. Todo el mundo está encantado. La gente se para y pregunta, hay muchas ganas de que el Cristal vuelva a abrir».
El nuevo Cristal continuará con la oferta clásica de cafés, llonguets y variados. «Pero estamos preparando alguna cosa nueva. De momento no lo podemos decir, porque no está listo», comenta Patricia.