Las borrascas registradas en las últimas semanas de enero provocaron importantes incidentes en Mallorca, sobre todo, por caídas de árboles. Sólo en Palma se contabilizaron 63 incidencias por dicho motivo. El bosque de Bellver fue una de las zonas afectadas y todavía hoy se pueden ver las consecuencias de los temporales de fuerte viento, con multitud de árboles caídos.
El Ajuntament de Palma realizó un balance de incidencias sobre el arbolado de Palma debido al paso de Hortense e Ignacio entre el 20 y el 23 de enero, y informó de que algunos árboles tuvieron que ser talados para eliminar riesgos, evitar peligros. El Servei de Parcs i Jardins se encargó de este trabajo.
Han pasado más de veinte días del último temporal y la situación en Bellver sigue siendo la de un paseo de árboles caídos, la mayoría pinos. Muchos de ellos siguen en el mismo lugar en el cayeron, obstaculizando los caminos.
Desde el Ajuntament de Palma, han explicado este domingo que los restos de estos árboles serán trasladado a Tirme y a alguna empresa del sector dedicada al tratamiento de restos de poda.