El 45% de las más de 35.000 personas atendidas por los servicios sociales del Ayuntamiento de Palma este año nunca habían pedido ayudas antes al no haberse encontrado en situación de vulnerabilidad.
El alcalde de Palma, José Hila y el concejal de Benestar Social, Antoni Noguera, hicieron este viernes balance de todo las ayudas prestadas por este área durante el presente año, en el que se ha atendido a unas 35.000 personas, lo que supone un 52 % más que el año pasado. Esto supone que se ha llegado al 9 % de la población de Palma, «una cifra que da idea de cómo está afectando a las familias esta crisis», admitió Hila.
En total se han concedido 11 millones de euros en ayudas urgentes, que, según el alcalde, «es más del doble, casi 7 millones más, que lo que estaba previsto al comienzo del año». Casi todo este dinero, indicó, «ha salido del presupuesto municipal, se ha debido buscar en partidas de otras áreas, y una parte ha llegado de otras administraciones».
Por último informó de que también se ha tenido que reforzar el personal de este área con 12 personas más para atender esta emergencia social (7 trabajadores sociales, 4 auxiliares y un economista).
Hila remarcó a continuación que para el año 2021 se ha reforzado el presupuesto del área de Benestar Social en más de 6,5 millones para llegar a cerca de 65 millones de euros «que será el auténtico escudo social de Palma frente a esta crisis». El primer edil dejó claro que «si este dinero no basta buscaremos más, no tenemos ningún límite para dar todas las ayudas que sean necesarias. Si cualquier ciudadano necesita la ayuda del Ayuntamiento estaremos a su lado para dársela».
Por su parte, Noguera concretó que el año comenzó con un presupuesto de 4,5 millones para ayudas económicas y que «a día de hoy hemos gastado más de 11 millones de euros». Informó de que se ha ayudado a más de 9.000 familias, que corresponde a cerca de 35.000 personas, y se han concedido unas 40.000 ayudas económicas, un 147 % más que en 2019.
Un 42 % de las ayudas otorgadas durante 2020 ha sido para vivienda (pago de alquiler, de recibos, ...), con 4,4 millones de euros. Y el 47 % se ha destinado a cubrir necesidades básicas vitales, como alimentación, higiene o ropa, con un total de más de 4.9 millones de euros.
Noguera también destacó que el presupuesto de 2021 aumenta «para adaptarse a esta situación y que el Ayuntamiento se convierta en el verdadero escudo de la precariedad Social».
El perfil de los demandantes de las ayudas es «muy diverso, pero el nuevo perfil es de aquellas personas que antes de la crisis sanitaria tenían ingresos y ahora no los tienen».
Por último, lamentó que la gestión del ingreso mínimo vital «no está siendo muy diligente, pues de 17.000 solicitudes solo 1.500 se han tramitado y el resto se han rechazado». «Eso implica que todos los ayuntamientos estemos sobrecargados en relación a estas ayudas te debería dar el Estado y que no está dando», criticó.