La regidora de Model de Ciutat de Palma, Neus Truyol, ha asegurado este martes que el proyecto de construcción de una planta hormigonera en Son Güells «se ha conseguido parar entre todos, gracias a la movilización social y a las administraciones públicas».
Truyol ha avanzado que da por hecho que la comisión política de la Comissió Balear de Medi Ambient del Govern ratificará este jueves el informe desfavorable. «Entiendo que votará de forma contundente en contra de este proyecto, no hay nada que haga pensar lo contrario», ha dicho. Una vez se le comunique esta resolución al Ajuntament, éste podrá proceder a denegar la licencia del proyecto y a comunicárselo a los promotores.
La regidora ha admitido que la empresa promotora del proyecto tiene derecho a realizar las acciones que considere oportunas, como reclamar una indemnización, pero en su opinión «los argumentos son irrefutables y además hay una unanimidad total en que este proyecto no era adecuado para este espacio, por lo que entendemos que sería muy sorprendente que pudiera prosperar un recurso».
Más aún, ha recordado que este tipo de proyectos de actividad industrial necesitan el informe favorable de la Comissió Balear de Medi Ambient «por lo que no tienen un derecho adquirido para desarrollar este proyecto».
En cualquier caso, Truyol ha añadido que en función del tipo de recurso que presente, éste iría dirigido a una institución u otra, es decir al Consistorio o al Govern, porque esta licencia depende de diversas informes de diferentes administraciones implicadas.
Truyol ha comparecido este martes por la mañana y ha recordado que Cort «ya se había manifestado desde un primer momento desfavorable y disconforme con este tipo de actividad en esta ubicación, que es eminentemente residencial. Entendemos que el urbanismo ha de ser racional y tener sentido común y por tanto las actividades industriales intensivas, como esta planta, no tienen ningún sentido en un ámbito residencial».
Por eso ha valorado «muy positivamente» el posicionamiento del subcomité técnico de la Comissión Balear de Medi Ambient que ha emitido el informe desfavorable a la planta hormigonera.
Por otro lado, la regidora ha querido poner en valor y agradecer la movilización vecinal «para poner de manifiesto esta incongruencia y que, de esta manera, las administraciones nos pusiéramos en marcha para buscar argumentos contundentes e irrefutables para poder conseguir parar la planta, que es lo que hemos estado haciendo estos últimos meses».
«La conjunción -ha añadido- entre la movilización social y las administraciones públicas que buscan una coherencia y una justicia social y ambiental dan sus frutos cuando se trabaja en común».
Ha recordado que el área de Model de Ciutat ha trabajado estos últimos meses para buscar los argumentos clave para dar una respuesta contundente relación al proyecto. Ha destacado 5 líneas argumentales clave. La primera es la posible contaminación acústica y atmosférica, así como el impacto paisajístico y de movilidad.
Una segunda línea es la salud de los vecinos de la zona. Ha explicado que ahora viven allí 841 personas, pero el plan general prevé que lleguen a residir hasta 4.000 en aquel ámbito «por lo que las actividades económicas que se desarrollen no pueden poner en peligro la salud de todos estos vecinos».
En tercer lugar está la protección de los colectivos más sensibles, pues a unos 75 metros de donde se iba a construir la planta, expuso, hay un centro de día y una residencia donde viven personas mayores o con algún tipo de enfermedad degenerativa.
La cuarta línea argumental se refiere a la incongruencia de la planificación urbana que había en este ámbito, que contemplaba actividades industriales intensivas junto a viviendas, escuelas, una residencia o espacios deportivos. Esto, según Truyol, es posible porque el PP realizó entre 2004 y 2006 una modificación del Plan General que permitió estas actividades cuando antes no se permitían.
La última línea argumental es el nuevo Plan General, que para esta zona prevé que sea un ámbito residencial y de actividades terciarias.
Por último, ha recordado que el Ajuntament aprobó en octubre una suspensión de licencias en este ámbito de Son Güells para evitar nuevos proyectos que también pudieran ser nocivos. «Por lo que ahora tenemos las garantías de que en esta zona no se podrán desarrollar actividades industriales intensivas».