El colectivo ciudadano Flipau amb Pere Garau, ARCA y la Asociación de Comerciantes del Mercado de Pere Garau proponen al Ajuntament de Palma que en lugar de destinar tres millones de euros al eje cívico de Nuredduna se destine este dinero a transformar muchos más metros de espacio público del barrio, «haciéndolo más humano, más amable, más saludable y que contribuya a impulsar la reactivación económica».
Explican estas entidades que su alternativa interviene en todo el eje de comunicación principal del barrio desde las Avingudes hasta la plaza Miquel Dolç, es decir las calle Nuredduna, Francisco Manuel de los Herreros y Arzobispo Aspargo.
Recuerdan que el proyecto de Nuredduna, que tiene previsto acometer el próximo año el Consistorio, carece del consenso necesario con los residentes. «Es la primera inversión de una cierta importancia de los últimos 10 años y el sentir de las entidades ciudadanas es que no se nos ha consultado. Queremos participar en las decisiones, además de que se atiendan las necesidades reales y urgentes del barrio», explican.
«Nuestra alternativa -afirman- supone una mejora del paisaje urbano con una intervención urbanística homogénea en un espacio mucho más amplio, invita a pasear y contribuye a revitalizar el comercio de la zona».
Además, añaden, tiene en cuenta los criterios de lucha contra la COVID «pues el nuevo diseño de calles que se propone será con espacios más amplios, con protagonismo para el de viandante, mejora del arbolado, del mobiliario urbano y de la accesibilidad».
«También se propone la actualización del alumbrado para que las calles estén dotadas de una buena iluminación, mejorando así la seguridad nocturna y la eficiencia energética». Se trata, en definitiva, de «distribuir la inversión simplificando la intervención en Nuredduna y así poder invertir en otras calles».
En Nuredduna lo que se propone es mantener la circulación únicamente para los residentes en Pere Garau, para el transporte público y el servicio de reparto. También ampliar las aceras todo lo que se pueda, manteniendo la piedra y haciendo accesibles los cruces; soterrar los contenedores de basura, mejorar el alumbrado y reponer y ampliar arbolado.
En la plaza de las columnas se propone mantener lo que hay ahora mismo, «evitando la despersonalización y la problemática modificación prevista, y dar prioridad al viandante».
Para Manuel de los Herreros la propuesta presentada pasa por mantener la configuración de la calle «pues ya tiene aceras bastante amplias, de piedra y accesibles, es una calle que funciona», aseguran los colectivos implicados. Tan solo reclaman el soterramiento de los contenedores «que facilita el civismo y mejora el paisaje urbano».
Por último, para la calle Arzobispo Aspargo se propone ampliar aceras, manteniendo la piedra al estilo de Francisco Manuel de los Herreros, soterrar contenedores, mejorar el alumbrado, más arbolado y ampliar la zona de ORA hasta la plaza Miquel Dolç «facilitando así el aparcamiento para el mercado, los comercios y los vecinos».
Las tres entidades que impulsan esta propuesta aseguran que «es factible, ilusiona y es producto del consenso. Da prioridad al que camina, reduce el tráfico, facilita el acceso al comercio del barrio y es saludable».