Un grupo de familiares de residentes de la Bonanova y de la Llar d'Ancians se concentrarán este lunes a las 11.30 horas frente a la olivera de la plaza de Cort para reclamar que se modifique el plan de visitas del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) y pedir las dimisiones de la Directora Insular de Gent Gran, Sofia Alonso, del presidente del IMAS, Javier de Juan, y de la presidenta del Consell, Catalina Cladera.
Según ha informado la presidenta de la Associació Amics del Llaços Grisos, que defiende los derechos de la gente mayor, y familiar de una residente en la residencia de la Bonanova, Maria Torres, en declaraciones a Europa Press, «los familiares de la residencia de la Bonanova y de la Llar d'Ancians reclaman poder visitar a sus mayores de forma segura pero con cierto contacto físico para el bienestar de la salud emocional de los residentes».
En esta línea, ha denunciado que «el plan de visitas del IMAS, que lleva dos semanas aplicándose en la Llar d'Ancians y que se empezará a aplicar este 16 de noviembre en la residencia de la Bonanova fija que se permitirán únicamente 15 visitas al día. Además, la duración de los encuentros será como máximo de 45 minutos, con distancia de dos metros respecto de los familiares residentes y con una persona que controlará que se cumplan las medidas».
«Se trata de un plan de visitas que, según han informado, se ha hecho siguiendo la normativa del BOIB núm. 182 publicado el pasado día 24 de octubre de 2020 y que, por tanto, se podría haber aplicado desde el 26 de octubre», ha criticado asimismo Maria Torres, quien ha lamentado que estas semanas «han vendido una moto a las familias al decir la propia directora insular de Gent Gran que estaban preparando un nuevo protocolo de actuación».
Sin embargo, ha enfatizado la presidenta de la Associació d' Amics dels Llaços Grisos, «el plan de visitas del IMAS trata a las familias de las personas residentes como potenciales contagiadores de la COVID con medidas que no se aplican ni en los centros penitenciarios ni en correccionales».
Además, ha continuado Torres, «es un ataque contra la intimidad y derechos de las personas, un agravio comparativo entre los residentes que pueden apreciar este tipo de visitas y quienes por culpa de las patologías que sufren, como demencias u otras crónicas, no pueden hacerlo».
«Las personas mayores con demencia, por ejemplo, necesitan sentir el afecto, la ternura y el cariño a través del contacto físico. Por ello, muchos familiares de personas residentes estamos dispuestos a someternos a PCRs previas a las visitas», ha advertido esta familiar de una residente en la Bonanova, porque «son personas en la recta final de sus vidas, no objetos inanimados».
Para denunciar la situación de ambos centros residenciales, ha concluido Torres, en declaraciones a Europa Press, tanto ella, cuya madre es residente de la Bonanova, como la hija de una mujer quien es residente en Llar d'Ancians de 88 años con demencia y que ha sufrido COVID, por lo que ha tenido que estar aislada en sa Riera, realizarán durante la concentración de este lunes en Cort una 'performance'.
Esta 'performance' consistirá en que se disfracen de muerte y de depresión para representar de forma visual que «estos dos personajes campan a sus anchas como si nada por estos centros residenciales, que estarán representados en el suelo de la plaza de Cort y que el IMAS gestiona aplicando solo oscurantismo».
La concentración de este lunes en Cort contará con el apoyo de una familiar de la Bonanova, María Torres, el de otras tres familias de la Llar d'Ancians de Palma, así como de la Plataforma Cap Endavant, Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (Coespe) y Plataforma Pensiones Mallorca.