El asentamiento del parque Pocoyó nunca ha llegado a estar vacío y, de hecho, algunas de las personas que fueron desalojadas el pasado mes de septiembre han regresado y en estos momentos residen en esta zona unos veinte sin techo, según se informa desde Médicos del Mundo. Por esta razón las obras de construcción del Institut Municipal d'Innovació (IMI) siguen sin poder comenzar, pues no se pueden acometer mientras haya alguien viviendo allí.
Fuentes de la ONG, que se encarga de ayudar a los indigentes que han ocupado este espacio propiedad del Ajuntament de Palma, explican que cuando hace unas semanas se realizó el desalojo quedaron siete personas en el parque, probablemente porque al Consistorio le faltaba algún trámite judicial y ellas no habían encontrado una alternativa habitacional. Ahora mismo hay unas 20 porque algunas han regresado durante estos días al no haberse iniciado las obras.
Médicos del Mundo desconoce si hay una nueva fecha para el desalojo de las personas que están ahora en el parque.
Cuando sea una realidad, la nueva sede de IMI contará con una superficie de 2.000 metros cuadrados. Que sea el Institut Municipal d'Innovació quien ocupe estos metros con el traslado «supone reafirmarnos en una apuesta clara por un nuevo modelo productivo donde se potencien realmente la innovación y las nuevas tecnologías dotándolas de la infraestructura necesaria para afrontar los próximos retos que tenemos por delante», declara el concejal de Hisenda y presidente del IMI, Adrián García.
Ahorro
Añade que esta ubicación cercana a las dependencias actuales, en la calle Joan Maragall, «supone también un notable ahorro en tareas de infraestructuras al contar con los nodos de telecomunicaciones y requisitos técnicos precisos en la misma calle en la que se efectúa el traslado, por lo que no requerirá el elevado sobrecoste al que nos veríamos abocados en caso de tener que construir una nueva infraestructura en otra zona de Palma».
Las nuevas oficinas permitirán concentrar los diferentes departamentos del IMI como catastro, cartografía o informática en un mismo edificio diáfano, más cómodo, moderno y accesible. «Además de ahorrar el coste al Ajuntament de locales externos ahora alquilados, así como ser un edificio eficiente energéticamente», destaca el edil.
Asegura también que el cambio de ubicación del IMI y, en concreto, esta nueva sede, «es uno de los pilares básicos en nuestra estratégica de recuperar la informática municipal, potenciar aún más nuestra reputación como Destino Turístico Inteligente y como Smartcity y transformar el Consistorio en una administración realmente electrónica y, por tanto, accesible al ciudadano y sencilla en los trámites».