La regidora de Modelo de Ciutat, Neus Truyol, ha informado, este martes, del acuerdo por unanimidad de suspender las licencias de construcción durante un año en la zona de Son Güells.
En rueda de prensa tras el Consell de Gerencia de Urbanismo, Truyol ha explicado que el Ajuntament se ha situado «al lado de los vecinos para evitar» la construcción de una planta de hormigón en la zona.
Según Truyol, Son Güells tiene ahora mismo «una incoherencia urbanística» fruto de una planteamiento que modificó el PP, que aprobaba la implantación de uso industrial en la zona. «Este proyecto de planta de hormigón mostraba la incoherencia urbanística y por eso nos solidarizamos con el movimiento vecinal», ha señalado.
Cabe recordar que los vecinos de Son Güells protestaron en enero de este año para exigir a Cort la paralización del proyecto de una planta de hormigón en su zona. «Defenderemos nuestros derechos para una vida y medio ambiente saludables y evitar así, este problema para nuestra ciudad», reclaman entonces.
Este martes, Truyol se ha remontado a enero cuando el pleno del Ajuntament de Palma aprobó, «con el apoyo de todos los partidos», que se buscarían «todas las alternativas posibles para que no se construyera esta planta».
Desde ese momento, Cort, según Truyol, «ha hecho todo el trabajo necesario para conseguir los informes» sobre la implicación que conllevaría la presencia de actividad industrial intensiva en Son Güells.
«Se ha trabajado con las conselleries de Medi Ambient, Educació, Bienestar Social y Salut», ha precisado la regidora, quien ha resaltado que «las conclusiones de todos los informes son desfavorables» a este tipo de construcción y, por tanto, se han trasladado a la Comisión Balear de Medio Ambiente.
Cort también ha redactado un informe con resultado negativo basado en cuatro «grandes argumentos». El primero está basado en la protección medioambiental de la zona, el segundo en garantizar la salud pública ya que cerca hay una residencia de ancianos y un centro de día, el tercero se basa en la incongruencia del planteamiento y el cuarto en que el proyecto no encaja con el nuevo plan general de urbanismo de Palma, que busca la coherencia con el entorno.
Como resultado se ha suspendido las licencias de construcción durante un año en la zona, que será el tiempo en el que Cort apruebe el nuevo Plan General de urbanismo para definir los usos de los espacios. «Una vez que sea aprobado no se podrá construir porque definiremos que la zona es un barrio, no un polígono industrial», ha explicado Truyol.
Victoria vecinal
Según ha expresado el regidor del Grupo Popular en el Ajuntament Julio Martínez este martes en una nota de prensa, esta decisión es «una victoria de la labor de las asociaciones vecinales de Palma y fruto de la oposición responsable ejercida por el PP, que desde el primer minuto ha insistido ante el equipo de gobierno municipal en la búsqueda de una alternativa a este controvertido proyecto urbanístico».
Al respecto, ha recordado, nada más tener conocimiento a mediados de diciembre del pasado año 2019 de la intención del Ayuntamiento de construir una planta en Son Morro que produciría cerca de unas 1.500 toneladas de hormigón, muy cerca de las viviendas de Son Güells y del centro de día y residencia para personas con discapacidad menores de 65 años que gestiona el Govern, el PP reclamó al equipo de gobierno municipal que escuchase las voces críticas de los vecinos de la zona «en un ejercicio de sensibilidad y responsabilidad institucional». El PP llevó su propuesta al Pleno municipal del pasado mes de enero y fue aprobada por unanimidad.
Ahora, después de tener conocimiento de la decisión adoptada en el Consejo de Gerencia de Urbanismo, el PP ha planteado al Consistorio palmesano que en el supuesto de recibir por parte de los promotores una propuesta alternativa al proyecto de la hormigonera «sea flexible para que ésta puede ser ubicada en otra ubicación alejada de zonas residenciales», recordando que la proximidad de esta planta a las viviendas y la residencia de Son Güells fue precisamente motivo de alarma entre los habitantes de la zona.
En esta línea, ha rememorado que en el mismo pleno del pasado mes de enero los vecinos expresaron al alcalde Hila su preocupación por el impacto que la referida actividad podía causar en los residentes, niños en edad escolar que cursan sus estudios en los centros próximos a Son Morro y los usuarios de las instalaciones deportivas como es el caso de Germans Escalas.