Un total de 28 asociaciones de vecinos o entidades cívicas de Palma han firmado un escrito, que este lunes registrarán en el Ajuntament, en el que reclaman a la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que recupere el 100 % del trazado de las líneas de autobús tal y como estaban antes de diciembre del año pasado «a fin de garantizar la prestación del mejor servicio de transporte público y colaborar en la mejora de la accesibilidad y calidad de vida de los ciudadanos».
Exigen estas entidades, además, «una reunión con la dirección de la EMT para adquirir un compromiso conjunto de colaboración con las asociaciones vecinales para el trazado de las líneas, adecuado a la situación geográfica y necesidades de cada área, teniendo en cuenta las problemáticas de cada una de ellas».
Pero las demandas vecinales no acaban ahí, las asociaciones firmantes del escrito reclaman también la dimisión del gerente de la EMT, Mateo Marcús, «por su mala gestión y negligencia, por la grave situación en relación a la movilidad que sus decisiones han provocado a los usuarios, así como por la falta de responsabilidad respecto a los ciudadanos».
El presidente de la Associació de Veïns de es Pil.larí, Pedro Andrés Medina, declara, en nombre de todas estas entidades, que el gerente de la empresa municipal «nunca nos ha escuchado ni ha atendido a ninguna de nuestras peticiones», por lo que le tildan de «arrogante e intransigente».
Como se recordará, la reestructuración realizada por la empresa en un buen número de líneas urbanas a finales de año pasado generó mucha controversia y rechazo por parte de numerosas asociaciones vecinales que desde un principio reclamaron que se diera marcha atrás.
Casi diez meses después y «cansados» de padecer los perjuicios provocados por estos cambios, numerosas entidades vecinales han decidido dar un paso más: unirse y plantar batalla para hacerse oír. Este es el primer paso, porque «si no nos dejan más remedio nos manifestaremos, de hecho si no lo hemos hecho hasta ahora ha sido por la pandemia del coronavirus», explica Medina.
Rechazan que detrás de su demanda haya motivos partidistas, «es un problema de vecinos», pero lamentan que «nadie nos consultó nada sobre los cambios», ya que la empresa municipal tan solo informó de ellos a la Federació d'Associacions de Veïns de Palma, pero no hizo lo mismo con la otra federación, la de Veïnats de sa Ciutat de Palma, que dirige Miquel Obrador, ni tampoco con las asociaciones que no están dentro de ninguna federación.
Adhesiones
Las firmantes del escrito son las asociaciones de vecinos de es Pil·larí, s'Aranjassa, las Maravillas, Can Pastilla, Amics de s'Arenal de Llucmajor, s'Arenal de Palma, ses Cases Noves (del Coll d'en Rebassa), Cala Gamba, es Born d'es Molinar, Amics de Santa Catalina, Son Armadans, Camp Baró, Cala Major-Sant Agustí, sa Llonja, Sant Nicolau, Porta de Santa Margalida (Plaça Espanya, Oms, y Plaça Patins), Calatrava, Secar de la Real, Establiments, Son Espanyol, sa Garriga, Propietarios de Son Oliver, Camp Redó, Son Gual y Son Ferriol; así como la Associació d'Indústria i Comerç de Son Ferriol, la asociación Gaocalo Nueva Esperanza y la de Exjugadors de Club Social y Deportivo Santa Catalina. También da su apoyo la Federació de Veïnats de sa Ciutat de Palma.