Vecinos de la Plaça de Santa Magdalena, junto al edificio de La Misericòrdia de Palma, denuncian el calvario que viven desde hace un tiempo con la continua entrada y salida de camiones de reparto en esta plaza.
Pilar Gómez, reside en la zona desde el año 1997 y es una de las afectadas. Explica que «desde que se han inaugurado los hoteles urbanos de la calle Sant Jaume es continuo el trasiego de furgonetas y camiones de carga y descarga que, en su mayoría, dejan los motores en funcionamiento, llegando a permanecer así hasta 40 minutos seguidos». A los hoteles, se suman la media docena de bares existentes y una obra que está ahora en marcha en la misma calle.
La afectada, que cuenta con el respaldo de otros residentes, asegura que «este hecho, que se repite de lunes a sábado todas las semanas, provoca un incremento insoportable del ruido y de la contaminación ambiental en la zona», por lo que su paciencia está llegando a su fin.
«Bajo continuamente para pedir a los conductores –a veces se juntan hasta siete camiones– que apaguen los motores mientras cargan o descargan y algunos me dicen que no se habían dado cuenta, pero otros me contestan mal», admite indignada.
La denunciante se ha dirigido al Ajuntament en dos ocasiones, «he presentado quejas a través de la web, incluso proponiendo posibles soluciones», pero lamenta que todavía nadie del Consistorio se ha puesto en contacto, por lo que se ha decidido a hacer público este problema «para ver si los responsables del Consistorio toman medidas y nos dan una solución».
Los vecinos reclaman que se habiliten puntos de carga y descarga solo a unas horas determinadas y, por supuesto, con el uso de carretillas y la obligación de apagar los motores de estos vehículos pesados.