Representantes del Govern y el Ajuntament de Palma han visitado este viernes las obras del nuevo colector interceptor general en la ciudad, que, según ha informado la Conselleria de Medio Ambiente, evitará que cada año unas 500 toneladas de contaminantes lleguen al mar.
En concreto, han visitado las obras el conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, el alcalde de Palma, José Hila, y el presidente de Emaya, Ramón Perpinyà. Este colector llevará las aguas residuales y pluviales del centro de la ciudad a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Palma II, situada en el Coll d'en Rebassa.
El colector mide 3,2 kilómetros de longitud y dos metros de diámetro. Recorrerá el centro de Palma desde las Avenidas hasta la EDAR, a una profundidad de entre cinco y 12 metros. El proyecto cuenta con un presupuesto de 11,8 millones de euros financiados por el canon de saneamiento.
Esta infraestructura desembocará en el depósito de laminación que se está construyendo junto a la EDAR. Según la Conselleria, la ejecución ya está avanzada. En total, el proyecto supone una inversión total de 22,6 millones (sin IVA).
La obra permitirá reducir en un 90 por ciento la contaminación de las aguas que se vierten en el mar durante los episodios de lluvia intensa.
Mir ha destacado que estas actuaciones son posibles gracias al protocolo de inversiones en saneamiento y depuración firmado entre la Conselleria y Cort la legislatura pasada. A finales del año pasado, este protocolo se renovó hasta el 2023. En total, la ciudad recibirá 90 millones de euros para proyectos de mejora del ciclo del agua.
«La corresponsabilidad y la colaboración entre administraciones es clave de cara a una óptima planificación de las infraestructuras hidráulicas», ha valorado el conseller.
En este sentido, Mir ha añadido que la colaboración con Palma «debe ser un espejo» para el resto de municipios y «es un ejemplo de cara al Pacto por el agua» que quiere impulsar la Conselleria.