Los vecinos de Pere Garau han decidido pasar a la acción para reclamar una atención por parte del Ajuntament de Palma que ahora mismo no tienen. Exigen la construcción de un nuevo centro de salud (el actual está en mal estado y con ratas), pero sus demandas van más allá, también reclaman que se amplíe la zona regulada por la ORA hasta la plaza Miquel Dolç, la instalación de contenedores soterrados en las calles principales, empezando por la zona de la plaza de Pere Garau; policía de barrio, el incremento de los días de la recogida de trastos en el barrio y que no haya calle sin vegetación, entre otras medidas, explica Nael Falo, miembro de la asociación Flipau amb Pere Garau.
Falo reconoce que en esta barriada existe un problema de salud por una «combinación de incivismo y de falta de medios», razón por la que reclaman nuevas campañas de concienciación y una política de inversiones en el que, recuerda, es el barrio más grande de la ciudad en cuanto a número de población.
En relación a la ampliación de la ORA, desde Flipau consideran que hoy por hoy «es la mejor forma de garantizar el aparcamiento tanto para los residentes como para los usuarios del Mercat de Pere Garau». Uno de los problemas, explica Falo, es la gran cantidad de talleres de coches que aparcan sus vehículos en la vía pública de la barriada.
En general, los vecinos no se oponen al proyecto de peatonalización de la calle Nuredduna, presentado por el Consistorio, pero lamentan que «siempre se empieza por la parte más rica del barrio». En este sentido también se demanda la adecuación de aparcamientos disuasorios.
Otras reivindicaciones pasan por la creación de huertos urbanos o zonas verdes en solares vacíos, la instalación de pipícans, educadores ambientales y un punto verde cercano al barrio.