La nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) que el Ministerio para la Transición Ecológica ha proyectado para Palma es más pequeña que la que Emaya ha reclamado. La diferencia es que mientras la empresa municipal pidió a Madrid una planta de tres líneas de tratamiento, la nueva solo prevé dos, lo que supondrá que se quedará pequeña antes de lo previsto. «Si en un principio se estimaba que pudiera durar alrededor de 35 años probablemente en 20 años ya será necesaria una ampliación», reconoce el presidente de Emaya, Ramon Perpinyà.
El concejal admite que «la depuradora proyectada es un poco más pequeña de lo que nos gustaría». La actual planta está tratando del orden de los 50.000 metros cúbicos de agua al día; «habíamos reclamado una planta que pudiera tratar 96.000 metros cúbicos y la que nos han dimensionado ronda los 80.000», informa. «Esto quiere decir que tiene dos líneas, una menos de la que pedíamos porque queríamos tener una línea parada para poder activarla en momentos determinados, lo cual nos permitiría poder tratar agua pluvial si quisiéramos. Con dos líneas será más difícil porque ambas deberán estar en marcha continuamente».
No obstante, el edil aclara que «la depuradora presentada por el Ministerio cumple con los requisitos de la ciudad, no es que sea inadecuada».
Otro aspecto importante es que se había reclamado que el emisario vertiera el agua fuera de la bahía, a unos 5 kilómetros, mientras que el proyecto del Ministerio contempla un emisario más corto, de la misma longitud que el actual, que vierte el agua a 1,2 kilómetros de la costa más o menos.
Las corrientes de renovación de la bahía son muy lentas, argumenta Perpinyà, «y lo que queríamos es que si hubiera cualquier vertido no deseado éste fuera a parar al exterior, donde las corrientes son mucho mayores». Especifica que «hablamos de vertidos en caso de avería, porque los vertidos normales son aguas depuradas y no hay problema».
Ante todo ello, el concejal anuncia que el Consistorio va a presentar, junto al Govern balear, alegaciones en relación a estas dos demandas, por lo que se confía en que todavía se pueda conseguir una planta tal y como se había solicitado. El proyecto se encuentra en exposición pública desde el pasado día 28.
Alargar el emisario y proyectar una línea de tratamiento más requerirían incrementar el presupuestado de la depuradora, fijado en unos 110 millones de euros, al menos un 20 por ciento más, calcula Perpinyà.