El consejo rector del Patronat Municipal de l'Habitatge ha aprobado este martes un plan estratégico, hasta 2023, encaminado a recuperar la función que había perdido de regeneración de los barrios vulnerables para luchar contra la desigualdad social y contra la gentrificación, al estilo de lo que supuso el Pla Mirall hace varias décadas en Palma.
La regidora de Modelo de Ciudad, Neus Truyol, ha explicado que la dignificación de la vivienda y a un precio asequible es fundamental para la ciudad «porque nos estamos encontrando en una situación muy dramática de miles de familias que pese a tener unos ingresos económicos no pueden acceder a una vivienda a un precio razonable, y también nos estamos encontrando con una casuística de viviendas que están en condiciones que precisan mejoras estructurales y con barrios en proceso de degradación y gentrificación».
Sobre la gentrificación, la edil ha dejado claro que «esta intervención de mejora del espacio público y de los edificios no ha de suponer un aprovechamiento para intereses privados especulativos».
En los últimos meses, ha indicado, «se ha trabajado para elaborar un plan estratégico que tiene dos vertientes principales, la primera es reestructurar el propio Patronat a nivel organizativo para ser más eficiente, y la segunda es la regeneración de barrios vulnerables, precisamente para hacer frente a la desigualdad social y a la precariedad en relación al acceso a la vivienda».
En estos momentos, el Patronat ya trabaja mediante una línea de subvenciones en la mejora de viviendas en Son Gotleu, Verge de Lluc y Camp Redó, pero se debe definir también otras zonas de la ciudad necesitadas en este sentido como puede ser Son Ximelis, La Soledat, Cala Major o s'Arenal, «barrios que también presentan vulnerabilidad», según ha admitido el gerente del Patronat, Josep Maria Rigo.
Después de 35 años, que se cumplen este año, de la constitución del Patronat, la edil ha estimado que «es un buen momento para reevaluar su función y dar un salto cualitativo» y velar no solo por la gestión de los edificios y los espacios públicos «sino también volver a recuperar el trabajo de regeneración de barrios» al estilo de lo que significó el Pla Mirall.
«Si se mejoran las condiciones urbanas de los barrios también se mejora la calidad de vida de las personas que viven», ha asegurado Truyol.
Así, Rigo ha detallado que este plan estratégico cuenta con siete líneas estratégicas de trabajo y una de las principales es la búsqueda de nuevos mecanismos de financiación, sean de ámbito europeo o estatal, que permitan realizar estás inversiones que necesitan los barrios.
En este sentido, Truyol ha recordado que, a nivel estatal, existe el Plan de la Vivienda «que no se ha utilizado en las últimas décadas ni en Palma ni en Baleares para la financiación de proyectos de regeneración de barrios, solo para la construcción de vivienda pública».
Otras de las líneas son la necesidad de mejorar la estructura organizativa del organismo autónomo, mejorar la coordinación entre diferentes organismos y también con el Ayuntamiento de Palma o desarrollar un observatorio de barrios que, a partir de indicadores de bienestar social, permitirá saber cuáles son las prioridades o en qué barrios empezar a actuar.
Por último, otras de las estrategias serán la necesidad de elaborar un plan de trabajo para la rehabilitación de los barrios y mejorar los informes de disponibilidad de viviendas para la reagrupación de extranjeros no comunitarios.
El parque de viviendas municipales se compone actualmente de 380 viviendas y desde el Patronato se considera que la regeneración de barrios puede ser una cantera para incrementar este parque.