La Fira de la Mel de Llubí ha llegado a su XX aniversario. Este domingo se ha celebrado con una gran afluencia de público con ganas de degustar la celebre miel de este municipio y de conocer algo más sobre su mundo.
La plaza de la Carretera fue el epicentro de toda la actividad, concentrando a un gran número de recolectores y comerciantes de este producto de las abejas. La vertiente ecológica ocupó un gran espacio, con reivindicaciones del carácter artesanal y totalmente natural de este producto y de la importancia de las abejas para el medio ambiente.
Pequeños protagonistas
Justo al lado de esta plaza se ubicó la carpa donde los niños y niñas del pueblo exponían los dibujos y manualidades sobre estos insectos. La calle Desaigua fue el escenario de una exposición de aperos de labranza, en armonía con ese aire ecológico de toda la fira. Junto a esta muestra se encontraban los animales, un clásico de muchas ferias. Los más pequeños fueron como siempre los principales espectadores.
Con un gran número de visitantes, gracias al respiro que dio el tiempo, esta fira demuestra que llega a su vigésima edición con muy buena salud.