La reforma del Passeig Marítim de Palma, para que deje de ser una autopista y pase a ser un bulevar, se retrasa de nuevo. La licitación de las obras podría ser durante la primavera de 2020 y las obras podrían empezar en el último cuatrimestre del año que viene.
Desde la Autoritat Portuària de Baleares (APB) informan que la redacción del proyecto constructivo puede demorarse cinco o seis meses, por lo que en marzo de 2020 podría estar redactado.
Con la finalidad de que la demora sea la mínima posible, el ente portuario ha empezado la redacción del proyecto constructivo que deberá recoger las alegaciones que se admitan; el martes terminó el plazo para presentarlas.
Inicio de las obras
Desde la APB señalaron que hay que prever que se presenten varias ofertas y el estudio de estas, las posibles bajas temerarias o alegaciones hacen que no se pueda precisar el tiempo que tardará la comisión técnica en adjudicar.
Antoni Noguera anunció cuando era alcalde de Palma que las obras comenzarían en otoño de 2018, con el fin de que el proyecto estuviese «acabado en seis meses, antes de abril de 2019». El presupuesto de las obras de reforma del Passeig Marítim se ha incrementado de 20 a 33 millones, debido a la ampliación de la zona de actuación que pasa de 140.000 a 165.000 metros cuadrados. En concreto, se han añadido los accesos al Club de Mar, a los muelles de Poniente, a la zona del puente de sa Riera y al muelle de las Golondrinas.
Además, se ha realizado un nuevo estudio de movilidad consensuado con el Ajuntament de Palma, que ha aconsejado algunos cambios como un giro de sentido intermedio frente al Auditòrium. Uno de los aspectos más destacados de la reforma del Passeig Marítim es la reducción de un carril de circulación con la finalidad de pacificar el tráfico y que esta zona deje de ser una autopista para convertirse en un bulevar. Con la colaboración del Consistorio palmesano se ha tenido en cuenta el acceso a El Terreno y se ha trabajado con el área de Parcs i Jardins en materia de vegetación.
El presidente de la APB, Joan Gual, explica que «se trata de una integración del paseo como una zona abierta en un espacio portuario puramente urbano, donde se prioriza la mejora de la calidad de vida del ciudadano».