Empresarios de alquiler de motos eléctricas en la Platja de Palma denuncian el acoso al que le somete la Policía Local, cuando la legislación en relación a estos vehículos no está nada clara, y que las multas que están recibiendo este verano les están ahogando económicamente hasta el extremo de que algunos han tenido que cerrar.
Este viernes por la mañana, agentes de la Policía Local montaron a primera hora un dispositivo de control de este tipo de vehículos, «pero luego al ver que andaba por allí una cámara de televisión recogieron y se marcharon cuando primero nos habían dicho que tenían orden de quedarse toda la mañana», explica uno de los empresarios afectados.
Propietarios de algunas de estas empresas explican que los vehículos que ellos alquilan quedaron fuera de la ordenanza municipal de regulación de los vehículos de movilidad personal, que entró en vigor el pasado mes de junio, y por eso la Policía les exige su matriculación para poder circular. Pero, cuando han intentado hacerlo se han encontrado con que en virtud a la legislación europea estas motos, que tienen 800 vatios, no son matriculables. En otras ocasiones, los motivos por los que son multadas y requisadas las motos son distintos, «cada vez es por algo nuevo, a veces dicen que es porque tiene sillín», lamenta un empresario.
Por todo ello, piden una moratoria de la ordenanza municipal mientras todo se aclara y que se les deje trabajar hasta que termine una temporada turística que, ya de por sí, califican de mala. Una de las empresas afectadas, Spyder, asegura que ya han pagado este verano más de 5.000 euros en concepto de multas y por la tasa que se ha de abonar para recuperar estos vehículos del depósito, que es de 80 euros. Asevera que «Baleares es el único lugar a nivel mundial en el que estamos teniendo problemas».
Las empresas se unen
Una docena de empresas de alquiler de motos eléctricas que trabajan en la Platja de Palma han decidido unirse para combatir esta situación en la que se encuentran bajo la supervisión de un abogado. También lamentan la «mala imagen» que se está dando este verano a los turistas, que alquilan estos vehículos y «cuando son multados vienen a la tienda asustados con la sanción y sin entender qué pasa».