Una pintada vandálica ha causado indignación en el movimiento feminista de Palma y de Mallorca. Alguien ha ensuciado con pintura un mural feminista de una mujer que amamanta a su bebé, y que se encuentra en la plaza del Tubo de la capital balear.
Se trata de una pintura especial, «con un carácter muy personal porque la artista retrató a su hermana y a su sobrina» hecha por encargo del Servei de dinamització jove Dinamo de l'Ajuntament de Palma, explican fuentes conocedoras del caso.
Ya hay voces entre los activistas que solicitan a las autoridades que se investigue la pintada. Algunos incluso creen que se podría catalogar como delito de odio.
No se trata de un hecho del todo inusual, pues este tipo de manifestaciones artísticas con componente político suelen ser blanco de desperfectos y sabotajes por parte de quienes no comulgan con los principios que se defienden.
Por su parte, el Ajuntament de Palma ha pedido que investigue la aparición de la pintada porque «supone un delito de odio que atenta contra la mujer, la maternidad y la infancia».
La regidora de Justicia Social, Feminismo y LGTBI, Sonia Vivas, ha defendido este argumento, según ha explicado este lunes el consistorio en nota de prensa.
El mural se realizó el 7 de marzo con motivo del día de la mujer trabajadora y fue financiado con fondos de la concejalía de Juventud.
Además, ha recordado que ya tuvo que intervenir recientemente por otro ataque «contra la mujer» en la Plaza del 8M.
El Ayuntamiento ha pedido que la empresa municipal Emaya lo limpie lo «más rápido posible» y ha señalado que en el caso de que su restitución no sea posible, la concejalía valorará la posibilidad de volver a pintarlo.