El Sindicato Médico de Baleares (Simebal) ha reivindicado este miércoles que Baleares, a día de hoy, necesita cerca de 250 médicos más en Atención Primaria (AP) y, en este sentido, ha argumentado que es la Comunidad con menos de médicos por habitante del Estado, con 72 profesionales por cada 100.000 ciudadanos frente a la media de 97 por cada 100.000.
Así lo han expresado en una propuesta de decálogo en AP donde también han explicado que, a parte de esta ratio, habría que contemplar los «millones de desplazados» nacionales o internacionales con derecho a asistencia pública gratuita en caso de urgencia, enfermedad de salud pública, menores o embarazadas.
En este sentido, han concretado que «la presión asistencial en verano se cuadriplica en algunas zonas turísticas» y, por ende, los profesionales de urgencias de primaria, el 061, el SUAP y Urgencias de hospital «tienen que hacer frente con servicios mínimos».
En este sentido, han considerado que «no sería una mala idea dedicar una parte de la tasa que pagan los turistas a financiar un refuerzo de médicos», en relación al Impuesto de Turismo Sostenible.
Por otro lado, han evidenciado que el presupuesto destinado en AP es «prioritario» y «debería de aumentarse un 25-30 por ciento más de forma progresiva en dos años» y que se equipare de forma retributiva a la Atención Hospitalaria, ya que «existe una gran asimetría».
También han propuesto que se compense «adecuadamente» los que no disfrutan de los permisos de paternidad, reducción de jornada o otros permisos y cubren el de los compañeros.
El sindicato ha exigido también que, «dada la tendencia a un aumento de la atención en domicilios» el Ibsalut aporte vehículos con conductor para la realización de las consultas porque conlleva aparcar y, además, la problemática de algunos médicos tienen el carné de conducir, ya que no se necesita para acceder al puesto.
Siguiendo con las consultas, también han pedido que se concedan 12 minutos por paciente, «es posible que se quede corto con el incremento exponencial de la carga burocrática de las consultas que siguen en aumento».
Por otro lado, han pedido que se reformule el sistema de valoración de la tarjeta sanitaria para se «valoren mejor las patologías crónicas, los ancianos más frágiles o más mayores, los que requieran más apoyo domiciliario, o algunas patologías más complejas».
Con todo, han considerado «preciso» ampliar las plantillas a «necesidades reales» y, en este sentido, «sacar a oposición todas las plazas», tanto de interinos como de eventuales, y publicarlas cada dos años «sin falta».