El próximo mes de julio se inaugurará el bosque urbano del canódromo, cuyas obras comenzaron el mismo mes del año pasado. Ha llegado el momento de comenzar a plantar árboles y arbustos que, con los años, deberán convertir este parque en un pulmón verde en el centro de la ciudad.
Alumnos de los institutos Joan Alcover y Ramon Llull empezaron este lunes a colaborar en la siembra de árboles (lledoners o roures), dentro del proceso participativo iniciado con el área de Urbanisme. La directora del IES Joan Alcover, Aina Llabrés, explicó que «nuestro centro tiene un problema de espacio, por lo que cuando conocimos el proyecto del canódromo nos pusimos en contacto con el Ajuntament de Palma para ver si podíamos participar para, de algún modo, hacer uso de la zona».
Añadió que «como este proyecto ya estaba cerrado nos ofrecieron que los alumnos pudieran aportar sus ideas de cómo quieren que sea un parque de cara al proyecto del velódromo», que será la segunda fase del bosque urbano.
Por su parte, el director general de Urbanisme, Biel Horrach, destacó el sistema de drenaje con el que se ha dotado el parque que permitirá autogestionar el agua de lluvia y contribuirá a que el parque sea más fresco.
Tras la plantación de 280 árboles y un millar de arbustos tan solo quedará la colocación del mobiliario urbano, los juegos infantiles y la finalización de las entradas al parque.
La acequia de la Font de la Vila que pasa por esa zona se ha despejado y dejado al descubierto. Junto a ella habrá un mirador, pero estará protegida por una barandilla para preservar su valor patrimonial.