El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha asegurado que la reducción de jornada que el Ministerio de Trabajo y Economía Social quiere «imponer» supondrá «regalar» por decreto casi 12 días de vacaciones pagadas al año a cada trabajador. «Las empresas hemos aguantado el tirón y merecemos un respeto», ha aseverado Garamendi al cierre de la Asamblea de la CEOE de 2024, donde ha acusado al Ministerio de Trabajo y Economía Social de cambiar las «reglas del juego».
Así, ha vuelto a reprochar a la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que quiera imponer una reducción de jornada y llevar el tiempo de trabajo de las 40 horas semanales a las 37,5 horas, aunque ha reconocido que CEOE «sigue dispuesta» a negociar, pero eso no significa tener que decir «siempre» que sí. «No hay nada mas democrático que decir sí cuando quieres decir que sí y no cuando quieres decir que no», ha expuesto, a la vez que ha indicado que lo contrario «no es democracia». «Seguimos dispuestos a sentarnos en todas las mesas de diálogo que hagan falta como hemos hecho estos 40 años, pero eso no es aceptar ultimátums», ha recalcado.
En esta línea, Garamendi ha afirmado que la CEOE no debe pedir un sitio en la mesa de diálogo social, en referencia a la petición de Conpymes al Gobierno de formar parte de la negociación de la reducción de jornada, y ha aseverado que CEOE, junto a UGT y CCOO, han «construido» el diálogo social. Así, ha mostrado su rechazo a la política de «amiguetes» que el Gobierno está intentando establecer al imponer que el Consejo Económico y Social (CES) cambie su reglamento para dar cabida a patronales autonómicas «que gocen de la condición de más representativas a nivel de comunidad autónoma». «Somos el diálogo social. Es que lo hemos construido. Es que a mí nadie me tiene que dar espacio. Lo digo con tal claridad. No necesitamos que nadie me dé el espacio. El espacio lo tenemos», ha subrayado Garamendi en declaraciones posteriores a los medios.
Por otro lado, durante su discurso final, Garamendi también ha pedido al Ministerio de Trabajo y Economía Social que no «saque pecho» por el incremento del empleo porque son las empresas «las que contratan». Además, ha vuelto a sugerir pagar todo el bruto de la nómina a los trabajadores y que ese pago se lo reclamen a los empleados desde la Seguridad Social, como se hace con los autónomos, para que la gente conozca el coste real al que se enfrentan los empresarios, una sugerencia que hizo hace unos meses y que provocó un total rechazo de la ministra de Trabajo.
Asimismo, Garamendi ha pedido volver a un «clima de serenidad y moderación», así como generar confianza, para que las empresas puedan operar en un escenario propicio y garantizar así el buen funcionamiento de la economía. «Lo que más nos preocupa y nos ocupa en este momento es la confianza», ha afirmado Garamendi, que ha añadido que «sin confianza no hay economía, y sin economía no hay país. Si no contamos con un entorno predecible, desde el punto de vista político y, sobre todo, legislativo, las empresas no podemos operar».