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5 pueblos de la España vaciada donde te pagan por vivir ahí

El alto costa de vida en los núcleos urbanos aboca a cada vez más personas a mudarse a zonas rurales, con precios mucho más económicos y una vida más tranquila

El pueblo de Jubrique, visto desde las alturas. | Booking

| Palma |

El alto precio de la vivienda en las grandes ciudades es una de las mayores problemáticas sociales que afrontan los ciudadanos. El aumento del precio del nivel de vida y la escasa revalorización de los salarios lo ponen todavía más difícil. Sin embargo, contradictoriamente, mientras los principales núcleos urbanos sufren de escasez de vivienda, otros municipios, aquellos más rurales, buscan nuevos habitantes desesperadamente, hasta el punto de que algunos ofrecen ayudas económicas, subvenciones y hasta casa o trabajo para atraer población. Estos son cinco pueblos, según el portal inmobiliario Idealista, que literalmente pagan por que vayas a vivir ahí.

1. Ponga, Asturias

Ponga es un municipio asturiano, justo en el límite con la provincia de León. Cuenta con 628 habitantes según el censo de 2020 y un paisaje de total naturaleza: atravesado por el famoso río Sella, está rodeado de bosques de hayas, robles, castaños y abedules, y por cumbres que superan los 2000 metros de altitud. Además de lo atractivo del entorno, ofrece las siguientes prestaciones para quienes decidan a aumentar su censo demográfico:

  • Una ayuda de 6.000 euros por cada hijo nacido o adoptado en el municipio, que se puede cobrar en un solo pago o en cuotas mensuales de 100 euros durante cinco años
  • Una deducción del 60% en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) para las viviendas habituales de los residentes
  • Una bonificación del 95% en el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU) para las transmisiones de viviendas habituales por causa de muerte
  • Un alquiler social de 50 euros al mes para las personas que quieran instalarse en el municipio y desarrollar un proyecto de vida o de negocio
  • Un programa de teletrabajo que facilita el acceso a internet de alta velocidad y a espacios de coworking para los profesionales que quieran trabajar desde Ponga

2. Rubiá, Galicia

Este municipio de la provincia de Ourense, en Galicia, cuenta con una población de 1.374 personas. Se encuentra inmerso en plena naturaleza, con los ríos Meira y Galir, afluentes del Sil, asó como con la sierra de la Encina de Lastra y su parque natural del mismo nombre. Además, dispersos por Rubiá encontramos restos de antiguas explotaciones mineras e iglesias románicas. Como tantos otros municipios rurales, también ha sufrido una importante pérdida poblacional en las últimas décadas, por lo que ofrece a sus nuevos pobladores:

  • Un programa de alquiler social que ofrece viviendas a precios muy asequibles, desde 50 euros al mes, para familias con ingresos bajos o en riesgo de exclusión
  • Un plan de empleo rural, que facilita la contratación de personas desempleadas para realizar obras y servicios de interés general y social en el municipio
  • Un servicio de telecentro, que proporciona acceso gratuito a internet y a equipos informáticos para los vecinos, especialmente para los jóvenes y los mayores
  • Una deducción del 5 % en el IRPF por la adquisición o rehabilitación de vivienda habitual
  • Subvenciones para el fomento del autoempleo y la creación de empresas en el medio rural, que cubren hasta el 75% de los gastos elegibles, con un máximo de 25.000 euros por proyecto.

3. Griegos, en Teruel

Griegos, ubicado en la provincia de Teruel, en Aragón, tiene apenas 140 habitantes, quizá por la dura situación climatológica que allí se vive, con frecuentes nevadas y temperaturas bajo cero. Y es que estamos hablando del que se conoce como el pueblo más frío de España. También bate otro récord: el de ser el segundo pueblo más alto del país, al estar situado a los pies de la Muela de San Juan, un impresionante mirador natural desde donde se puede contemplar el paisaje de los Montes Universales y el Parque Natural del Alto Tajo. No solo cuenta con un espectacular entorno natural, sino también con un importante patrimonio histórico-artístico, con la Iglesia de San Pedro, del siglo XVI; la Ermita de San Roque, del siglo XVII; y el Museo de las Mariposas, donde se exhibe una gran colección de insectos. Además de esto, para compensar lo duro del clima y aumentar la población, Griegos ofrece:

  • Una subvención de 3.000 euros a las familias que se instalen en el pueblo y tengan o adopten un hijo
  • El gobierno de Aragón ofrece una deducción del 50% en el IRPF por el alquiler de vivienda habitual en municipios de menos de 3.000 habitantes, por lo que Griegos entraría en este listado de municipios
  • El gobierno de Aragón también ofrece una bonificación del 95% en el impuesto de sucesiones y donaciones para las transmisiones de bienes y derechos situados en municipios de menos de 3.000 habitantes

4. Xesta, Galicia

Esta pequeña aldea situada en el municipio de A Lama, en la provincia de Pontevedra (Galicia) tiene un total de 300 habitantes. Destaca por sus atractivos naturales, entre los que se encuentran el río Verdugo, que forma una cascada y una playa fluvial, y el monte Coto da Pena, que ofrece unas vistas panorámicas de la comarca. Xesta conserva su arquitectura tradicional, con casas de piedra y tejados de pizarra. Algunos de sus edificios más emblemáticos son la Iglesia de San Bartolomé, del siglo XVIII, y el pazo de A Xesta, del siglo XVI. Sin embargo, la pérdida y envejecimiento de la población les ha llevado a ofrecer viviendas en alquiler por 100 euros al mes. La asociación de vecinos también ha puesto en marcha un banco de casas para atraer a nuevos habitantes.

5. Jubrique, Málaga

Jubrique es un municipio de la provincia de Málaga, en Andalucía. También cuenta con un interesante patrimonio histórico-artístico, que incluye la Iglesia de San Francisco de Asís, del siglo XVI; la Ermita de la Santa Cruz del Chorrillo, del siglo XVIII; y la Ermita del Castañuelo, del siglo XX. Destaca, además, su arquitectura popular, con casas blancas y calles estrechas y empinadas. Sus habitantes viven principalmente de la agricultura, en concreto, del cultivo de la castaña. En ello está volcado el pueblo, que celebra cada año en noviembre una fiesta gastronómica bajo el nombre de ‘Hashtag Castañas'.

Pese a su encanto, como el resto de casos, Jubrique sufre de despoblación por lo que está incluido en el programa de del Plan Estatal de Acceso a la Vivienda 2022-2025, que ofrece hasta 10.800 euros para la compra de una vivienda en pueblos de menos de 10.000 habitantes. También cuenta con otras iniciativas propias para atraer a nuevos vecinos, como la creación de un vivero de empresas, la oferta de cursos de formación, la promoción de productos locales y la mejora de las infraestructuras y servicios públicos.

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