El PSOE y Sumar han llegado a un acuerdo en el Congreso para reducir los vuelos domésticos en rutas con alternativa ferroviaria con una duración inferior a dos horas y media y siempre que no estén conectados con aeropuertos que enlacen con rutas internacionales. Se trata de una enmienda transaccional que los socios de Gobierno han pactado con motivo de una proposición no de ley de Sumar y a la que ha accedido Europa Press.
La modificación introducida rebaja la duración de esos vuelos cortos de tres a dos horas y media, pero es más directa porque elimina la necesidad de elaborar un informe del impacto de esa reducción de vuelos. En concreto, los grupos parlamentarios de PSOE y Sumar instan al Gobierno a «impulsar la reducción de los vuelos domésticos en aquellas rutas en las que exista una alternativa ferroviaria con una duración menor a 2,5 horas, salvo en casos de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales», como es el caso del aeropuerto de Palma.
Por otro lado, el texto pactado entre PSOE y Sumar pide analizar la directiva que se está elaborando en el ámbito de la Comisión Europea sobre la fiscalidad de productos energéticos y analizar las iniciativas europeas relativas a la restricción de los vuelos de 'jets' privados.
El acuerdo se ha producido después de que el PSOE haya avisado a Sumar que la restricción de los vuelos cortos suscrita en el acuerdo de Gobierno no se puede llevar a cabo si afecta de manera negativa al turismo y si no se garantiza que hay una red ferroviaria «que esté a la altura». El diputado por Barcelona del PSOE, Arnau Ramírez, ha defendido que se avance en fomentar el uso de medios de transporte que sean menos contaminantes, pero ha dejado claro que su formación no hará «nada» que afecte al turismo ni a las «condiciones de insularidad» de destinos turísticos españoles como Baleares o Canarias, que viven «con mucha dependencia» del transporte aéreo.
Por su parte, la diputada de En Comú Podem integrada en Sumar, Júlia Boada, ha incidido en la necesidad de descarbonizar la economía «de manera planificada» y mediante una transición verde que tiene que ser «justa». Para ello, la diputada ha instado a «acabar con las ventajas reguladoras» en el sector de la aviación, especialmente con el queroseno. «Es el único combustible fósil, aparte del petróleo pesado marítimo, que está exento de gravamen. Muy justo a mí no me parece», ha denunciado Boada.
Tanto Vox como el PP han avanzado su rechazo a la medida. Del lado del Grupo Popular, Guillermo Mariscal ha explicado que considera «ineficaz» la iniciativa, porque sólo supondría una reducción del 0,06% de las emisiones, según datos del Colegio de Ingenieros Aeronáuticos.
Mariscal también ha criticado a Sumar por presentar la iniciativa sin calcular el impacto económico de la medida y ha avisado que «es una barbaridad» plantear un impuesto al queroseno, pues podría suponer una reducción de 4,5 millones de turistas al año. Por último, Junts ha instado a que la reducción de vuelos se haga «analizando la oferta y la calidad comparada de la oferta ferroviaria existente y de la oferta necesaria para impulsar la reducción». También quieren los independentistas impulsar el desbloqueo de la iniciativa 'Cielo Único Europeo' como medida de «gran impacto» en la reducción de emisiones de la aviación comercial.