La princesa Leonor ha protagonizado un nuevo hito en su trayectoria como heredera al trono al participar por primera vez este sábado en la Pascua Militar, la ceremonia castrense de más calado, donde ha vuelto a vestir el uniforme de gala de cadete de la Academia General de Zaragoza. El Palacio Real de Madrid ha sido el escenario del solemne acto, en el que la princesa de Asturias, junto a los reyes, ha coincidido con la cúpula de las Fuerzas Armadas (FAS), la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Como ya hizo en los actos del 12 de Octubre, la cadete Borbón Ortiz, con el pelo recogido, ha lucido el uniforme caqui del Ejército de Tierra, con pantalón, chaqueta, corbata, boina granate y guantes blancos. A ello ha añadido la banda azul celeste por el Collar de la Orden de Carlos III que recibió al cumplir 18 años y jurar la Constitución. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido a la familia real a la entrada de la Plaza de la Armería, a la que la princesa ha llegado en un segundo vehículo oficial, detrás del de sus padres.
Situada a la derecha de Felipe VI, ha escuchado desde la tarima el himno nacional y la salva de veintiún cañonazos en posición de saludo militar. Ya sin la boina, la heredera ha participado en el besamanos con los alrededor de 200 invitados, entre ellos, la ministra de Defensa, Margarita Robles, el del Interior, Fernando Grandes-Marlaska, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante Teodoro López Calderón. A los mandos militares, Leonor de Borbón les ha estrechado la mano mientras se dirigía a ellos con el correspondiente «a la orden» por su condición de oficiales.
En su discurso en el Salón del Trono, Felipe VI se ha referido al estreno de su hija mayor en la ceremonia que se celebra el Día de la Epifanía, en la que él también debutó en 1986 como cadete a pocas semanas de cumplir 18 años.
El rey ha expresado «el enorme orgullo» que él y la reina sintieron cuando la princesa juró bandera en la Academia de Zaragoza el 7 de octubre y pasó a formar parte de «la gran familia militar», dos meses después del comienzo de su formación castrense en Zaragoza. «Sabemos que, además de la gran exigencia que supone, ha tenido una acogida excelente. Y sinceramente, lo agradecemos mucho. Somos conscientes de que la camaradería, la nobleza y la lealtad que encuentra entre vosotros es el mejor incentivo que puede tener en este primer año de formación militar, humanística y técnica», ha valorado don Felipe.
También Robles ha hecho mención a la incorporación a la academia del Ejército de Tierra de la futura jefa suprema de las FAS, caracterizada por «una dedicación y esfuerzo incuestionables». «Como padres, os podéis sentir satisfechos del trabajo que la princesa de Asturias está realizando en Zaragoza, como así nos transmiten profesores y compañeros», ha destacado la ministra. Tras expresarle sus mejores deseos en esta etapa «tan ilusionante de su vida», Robles se ha dirigido a la reina Letizia para agradecerle «muy especialmente su diaria entrega y voluntad de servicio».
La décima Pascua Militar del reinado de Felipe VI ha venido marcada por las guerras entre Israel y Hamás y la de Ucrania. El monarca no se ha referido a ellas, como tampoco hizo en el discurso de Nochebuena, y sí lo ha hecho Robles, quien ha proclamado que «no cabe silencio ante las violaciones de los principios básicos y reglas del derecho internacional humanitario».
«Ante las guerras, los conflictos y cualquier género de injusta violencia, no podemos ser indiferentes. No cabe silencio ante las violaciones de los principios básicos y reglas del derecho internacional humanitario, ni de la Carta de Naciones Unidas, sea cual sea el lugar donde se produzcan» ha remarcado la titular de Defensa.
A ello ha añadido que España «condena y condenará las violaciones de derecho internacional humanitario en Gaza» y ha vuelto a reclamar con «toda contundencia» un alto el fuego inmediato y permanente en el conflicto.
Las palabras de Robles las ha pronunciado en puertas de que regrese a España la embajadora de Israel, llamada a consultas el 30 de noviembre después de que Sánchez censurara el alto número de víctimas civiles gazatíes y cuestionara que el Estado hebreo estuviera cumpliendo el derecho internacional.
Felipe VI se ha centrado elogiar la aportación de las FAS a la «defensa del marco de convivencia democráticamente elegido por los españoles» en 1978 y a «la preservación histórica» de España. «Se convierten en ejemplo de los valores de nuestra sociedad (...) Sois buen reflejo de la nobleza del pueblo español», ha reivindicado el rey.
Los asistentes, incluida la familia real, han seguido la ceremonia sentados, en vez de hacerlo de pie como ha sido la costumbre en la ceremonia, instaurada por Carlos III como felicitación al Ejército después de que España recuperara la localidad de Mahón (Menorca) de manos de los ingleses el 6 de enero de 1782.